Boca no tuvo argumentos para reponerse al gol de Racing y por eso perdió su invicto

Con equipo alternativo, el Xeneize perdió su primer partido en la Superliga y sumó más preocupación de cara al choque del martes

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Boca no pudo con Racing en el clásico de anoche. Perdió 1-0 y si ya llegaba golpeado al decisivo partido contra River por la semifinal de la Copa Libertadores, ahora directamente lo hace con más presiones que nunca.

El Xeneize guardó a todos sus titulares pensando en el Millonario, pero aun así la formación fue lo suficientemente de peso como para que el rendimiento haya sido mejor que lo mostrado. Una baja calificación y un murmullo en la tribuna que se prolongó hasta el final. Ahí sí, una vez terminado el capítulo la Academia el grito fue uno solo: “El martes tenemos que ganar...”.

En el primer tiempo Racing fue más sólido y efectivo que Boca. Esperó agazapado en la mitad de cancha para apostar a una contra bien rápida y punzante. La primera que le salió bien fue gol. Desbordó el Churry Cristaldo por la derecha, centro y gol de Matías Zaracho, que se adelantó a los dos centrales y al arquero Esteban Andrada. Gol y silencio en la Bombonera.

Minutos más tarde la Academia estuvo a punto de convertir el segundo gol, con una fórmula similar. Pero esta vez Andrada fue más astuto y le tapó el arco a Cristaldo, que se quedó sorprendido con la estirada del arquero. Enorme reacción del mejor arquero argentino del momento.

Recién en el final el Xeneize se despertó y empezó a jugar en terreno rival. Más que por coraje que por fútbol. Pero le sirvió para un cabezazo de Soldano que desvió Gabriel Arias. En la recuperación hubo una lucha de Frank Fabra que hizo explotar a los jugadores locales y a su banco de suplentes. ¿Fue penal? Para nada, pero al menos sirvió para el reclamo y dejar el primer tiempo con la promesa de un complemento mejor.

Los de Racing también reclamaron, con la jugada muy peligrosa de Soldano, que se arrojó a los pies de Leo Sigali, que le provocó un golpe durísmo: dejó el campo y preocupa su rodilla. Echenique sólo le mostró tarjeta amarilla.

En el segundo tiempo el equipo de Alfaro intentó reaccionar, pero con el correr de los minutos se fue envolviendo en su propia mediocridad. No pudo ni supo cómo llegar con fortaleza hasta el área de Racing, que se sintió cómodo con el partido. No tuvo en esos 45 minutos ningún momento de sobresaltos.

Boca mandó al campo de juego a Mauro Zárate y Jan Hurtado, buscando más profundidad y peligro. Pues ninguno de los dos logró hacer algo (además no sumaron puntos para meterse ante River) y con el correr de los minutos el local se fue entregando a una derrota que hoy no duele, pero si el martes no consigue meterse en la final será otro motivo de reproche.

“En mi cabeza sólo está River y en cómo hacerle daño. Fue difícil pensar en el partido contra Racing”

Carlos Tevez jugador de Boca

 

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