Diez años de cárcel por arengar contra la pornografía

Los archivos del gobierno chino revelados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) también dejan en evidencia que se han aplicado castigos desmedidos tras procesos judiciales dudosos a integrantes de la etnia uigur. Por caso, hace poco más de un año Nebijan Hojaahmet (50), habitante de la provincia china de Xinjiang, fue condenado a diez años de cárcel por aleccionar a algunos de sus compañeros de trabajo contra la pornografía.

Este ciudadano uigur fue detenido en septiembre de 2017 por supuestas alteraciones del orden social. Tras un juicio “flojo de papeles”, nueve meses después llegó el la sentencia que determinaba que Hojaahmet, un humilde obrero, había “incurrido en incitación al odio y discriminación racial” por llamar a sus compañeros a rezar y a evitar la pornografía y las malas palabras.

El fallo, emitido por un tribunal uigur en cuatro hojas sin membretes ni firmas, condenó a este hombre a diez años de cárcel. La reconstrucción de los hechos asentada en el fallo, que ni siquiera especifica una fecha exacta dice que un día de diciembre de 2016, Hojaahmet se dirigió a algunos compañeros del siguiente modo: “No digan palabrotas ni vean pornografía o se convertirán en kafires (infieles para el Islam). Si no rezan y miran pornografía, sus almas estarán sucias durante 40 días y Dios no aceptará sus oraciones”.

La sentencia no brinda pruebas de que el obrero uigur haya dicho esas palabras; apenas aporta el presunto testimonio de tres de sus colegas a los que cita por sus nombres, y menciona además a “otros” que fueron aleccionados con estos “pensamientos religiosos extremistas”.

El documento indica también que Hojaahmet, sin antecedentes penales, tiene una llamativa característica: es miembro del Partido Comunista Chino, algo que resulta sospechoso siendo de la etnia uigur.