En la principal polémica de la tarde, la Gata zafó de la roja

Si bien no incidió en el resultado final, Néstor Pitana dejó algunas dudas en su arbitraje del clásico platense número 161. La principal polémica fue la no expulsión de Gastón Fernández en el primer tiempo tras una agresión a Lucas Licht.

El experimentado árbitro misionero estaba de espaldas a lo sucedido y tuvo que consultar con sus asistentes. Luego de una breve charla, y tras analizar lo sucedido, decidió solamente amonestarlo a la Gata.

Esto generó la bronca de los jugadores de Gimnasia, quienes le fueron a pedir al árbitro la tarjeta roja y recordarle que minutos antes la Gata había cometido una infracción contra Horacio Tijanovich en la que también podría haber sido amonestado.

En esa primera etapa el Lobo también reclamó un penal que no fue por una supuesta mano intencional, mientras que a Estudiantes le cobraron mal un fuera de juego de Edwar López cuando este se iba mano a mano contra el arquero Alexis Martin Arias.

En el segundo tiempo no hubo ninguna jugada demasiada protestado por parte de ambos equipos, aunque sí los futbolistas jugaron con mucho nerviosismo y las pulsasiones a mil por todo lo que estaba en juego.

PRIORIZÓ CONTROLAR EL JUEGO

En cuanto a cómo llevo el trámite del partido Néstor Pitana, su prioridad fue mantener el orden dentro del campo de juego. El misionero sabía que los clásicos se juegan con mucha intensidad y por eso buscó evitar inconvenientes entre futbolistas.

En el final del encuentro, por ejemplo, intercedió cuando Horacio Tijanovich fue en busca de Mariano Andújar. El misionero vio lo que ocurría y rápidamente intentó que el encontronazo no se vaya a mayores.

Volviendo a lo ocurrido durante los 90 minutos, es válido marcar que en muchas jugadas se lo vio al juez lejos de las jugadas. Eso le impidió poder ver con mayor claridad algunas infracciones que dejó pasar.