Mutilación o mala poda, el primer paso de una enfermedad

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Luego de la severa tormenta del 1º de marzo de este año, y con el dato oficial de que en la Ciudad habían caído unos 500 árboles y grandes ramas, los ingenieros agrónomos Alfredo Benassi y Pablo Frangi y el ingeniero forestal Alberto Cortinez realizaron una recorrida por numerosos espacios públicos y tomaron fotografías de “una gran cantidad de árboles que, por su estado, no tendrían que estar allí”, explicaron los docentes de la Facultad de Ciencias Agrarias en su momento. Hoy, todo sigue igual. Y el punto de partida del deterioro de la mayoría de los ejemplares, apuntaron, se encuentra en las malas podas. “Una mala poda es una invitación a que agentes externos ataquen el árbol y éste se enferme”, advirtieron y opinaron que “es inexplicable que se haya llegado a un nivel de deterioro tan profundo” del patrimonio verde platense.

 

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