Un pastor y sus fieles rezaron por el ladrón que, a mano armada, los asaltó en un templo

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El padre Julio Castro (63) predica en un templo evangelista situado en una zona dispar de Los Hornos desde hace tiempo. En ese sector, las casas humildes se confunden con otras más imponentes y con algunos terrenos vacíos. Y, como ocurre en los diversos barrios de La Plata, los robos en ese lugar están a la orden del día. El miércoles por la tarde, Castro y un grupo de fieles llevaban a cabo una reunión con motivos religiosos cuando fueron asaltados por un delincuente armado. Con mucha vehemencia los hizo arrojarse al piso y los despojó de sus celulares y otras pertenencias. Luego escapó a la carrera en dirección a 65.

Lo que no sabía el ladrón es que sus movimientos fueron filmados por las cámaras de seguridad de una casa de la cuadra. Ahora esperan que las imágenes aporten alguna pista segura que permita dar con él.

El atraco quedó filmado por las cámaras de seguridad de una vecina

 

NERVIOSO Y A LOS GRITOS

En diálogo con EL DIA, Julio reveló cómo fueron los pormenores del episodio del que, junto a cinco feligreses, fueron protagonistas involuntarios. “Es la primera vez que nos pasa, nos llevamos un susto grande pero gracias a Dios no pasó a mayores, si estaban los niños hubiera sido más grave”, le contó el pastor a este diario. La puerta del templo estaba abierta porque “esperábamos a dos matrimonios que iban a llegar un poco después”, explicó. Por allí ingresó el desconocido, un joven alto “de entre 18 y 20 años”, según aportaron los testigos. Castro no se percató de la intrusión, pero sí lo hizo su mujer quien llamó la atención de su marido con un gesto: el sujeto traía una pistola en la mano derecha y el rostro con una expresión dura.

Conforme a lo referido por Castro, a los damnificados les quedó la duda “de si el arma era verdadera”, aunque añadió que “en ese momento no te dan muchas ganas de averiguarlo”.

Cuando los tuvo reducidos a todos los presentes, los obligó a entregar celulares y billeteras. Además, pidió las llaves de una moto que se encontraba estacionada en el interior del edificio. Durante el lapso que duró el atraco, al asaltante se lo notaba “nervioso”, a tal punto que, sin mediar palabra ni motivo aparente, le propinó una patada en el torso al pastor. Incluso, en más de una oportunidad se lo vio “gatillar”. Temiendo por la gente que lo acompañaba, el religioso le dedicó algunas palabras para tranquilizar al ladrón y hasta le propuso a sus fieles “orar por él” mientras se desarrollaba el robo.

“Llevate todo lo que quieras, pero no le hagas daño a nadie”, le pidió la esposa de Castro. Con los elementos sustraídos en una mochila, finalmente el malviviente abandonó la escena. En esa fuga frenética las llaves de la moto cayeron al piso y éste no regresó a buscarlas. “Fue un caso raro”, sentenció Julio.

En el lugar cuentan con una alarma comunal que prefirieron no activar para “no empeorar la situación”, destacaron. Las imágenes aportadas por las cámaras muestran que el delincuente pasó a bordo de una bicicleta más de una vez por la puerta del templo, hasta que se decidió a entrar. Luego dejó el rodado en la esquina de 65 y fue a pie hasta su objetivo. “Fue una mala experiencia, nada más. No es algo que suceda seguido, nos cuidamos todos porque somos una comunidad unida”, cerró el padre.

 

Cinco
Celulares y otras tantas billeteras fue el botín que se llevó el delincuente. Una de las víctimas había adquirido el aparato unas ocho horas antes de que se lo robaran. “Lo peor es la documentación que perdimos”, dijeron.

 

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