Diagnóstico crudo para un arranque que impone desafíos demandantes

Edición Impresa

José Luis Picón

jpicon@eldia.com

Axel Kicillof acaba de desgranar un crítico diagnóstico sobre la situación de la Provincia. Concedió que algunas de estas cuestiones vienen desde hace décadas en un distrito claramente perjudicado por el reparto de los recursos federales, pero señaló que no hubo indicador en materia social, de seguridad, educación, salud o infraestructura que no haya empeorado durante los cuatros años de la administración de María Eugenia Vidal.

Esa severa descripción impone al propio gobernador un desafío doble. Lo obliga, a eso se comprometió, además, a revertir ese cuadro complejo. Y hacerlo, también, en un contexto económico y financiero por demás adverso.

Los desafíos son trascendentes y están empujados por esa coyuntura. Sólo por tomar uno de los aspectos centrales que la nueva administración deberá atender, aparece en el horizonte la postergada recomposición de los salarios de los empleados públicos que habrán perdido más de 25 puntos de sus ingresos frente al proceso inflacionario. Son demandas urgentes frente a una Provincia que el propio Kicillof declaró asfixiada, con una reserva de caja insuficiente para atender las demandas del pago de sueldos, aguinaldos y los vencimientos de deuda de estas semanas.

Las puertas de la Casa Rosada empiezan a sonar. Kicillof viene hablando de este tema con Alberto Fernández. Al igual que le ocurrió a Vidal, requiere de la asistencia nacional para que la Provincia pueda cumplir sus compromisos. Más aún, cuando tiene vedado, como la Argentina toda, el acceso a los mercados de crédito externo.

El nuevo gobernador abrió un interrogante con su propia descripción de la realidad bonaerense. Dijo, por caso, que la mayoría de los recursos que obtiene la Provincia tiene origen nacional. Que depende más de los ingresos externos nacionales que de los propios. “Ha perdido autonomía financiera”, agregó. En ese punto surge un interrogante. ¿Cómo se propone Kicillof equilibrar esa balanza? ¿Habrá alguna reforma fiscal con aumento de los impuestos patrimoniales que ayude a mitigar ese cuadro?

En lo discursivo, el nuevo gobernador no mostró un tono tan conciliador como el que exhibió Fernández el momento de asumir. Aunque convocó a trabajar para sacar a la Provincia adelante a todos los sectores políticos, lo hizo desde una plataforma fuertemente crítica al gobierno saliente aunque ese tono áspero limó con mayor énfasis la figura de Mauricio Macri que la de Vidal.

Esa diferenciación reconoce, acaso, la necesidad de encontrar consensos legislativos. La ex gobernadora, aún con algunas deserciones en su tropa, cuenta con un bloque mayoritario en el Senado que hace insoslayable dialogar esos acuerdos. Kicillof los necesitará para aprobar todo proyecto que envíe al Parlamento, desde el Presupuesto, las emergencias que prometió y la designación de jueces, por ejemplo.

No fue el único gesto que soltó el nuevo mandatario. La ceremonia de ayer “amigó”, de algún modo, a un grupo de intendentes del PJ con el nuevo inquilino de la Casa de Gobierno. Kicillof, aún cuando fuera en el último tramo de su discurso, rescató la figura de los jefes comunales y su aporte para contener las demandas sociales. Incluso los convocó a participar activamente de su administración.

Varios de estos alcaldes aguardaban alguna generosidad de Kicillof en cuanto a la cesión de espacios en la primera línea de su gabinete que finalmente no sucedió. A nivel nacional, en cambio, lograron colar a Gabriel Katopodis en el estratégico ministerio de Obras Públicas, una caja que puede alimentar las necesidades de sus distritos.

Tras la definición de la primera línea ministerial, es probable que al gobernador abra el juego a los alcaldes en algunos organismos. Se sigue mencionando Lotería, como uno de los espacios apetecidos desde el peronismo territorial. Ayer, por lo pronto, una nutrida delegación de intendentes aplaudió desde los palcos a Kicillof. Quizás haya alguna recompensa a la vuelta de la esquina.

“Kicillof dijo que la Provincia perdió autonomía financiera. El interrogante es cómo prevé revertir ese cuadro de falta de recursos”

Axel Kicillof
asunción
La Plata
Provincia de Buenos Aires

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE