“Green Book: Una amistad sin fronteras” de Peter Farrelly

Iba por el camino negro. (****½)

          Green Book muestra un episodio real en la vida de Tony Lip. Un italiano, interpretado por Viggo Mortensen, ex camionero que trabaja como seguridad en un bar de ricachones mafiosos en Nueva York en la década del 60. Al pegarle al tipo equivocado el local cierra y debe conseguir un nuevo trabajo. Como tiene esposa y dos hijos no le dan muchas ganas de volver a trabajar con mafiosos y decide hacer el último trabajo que pueda desear: ser chofer de un negro. Por supuesto Tony Lip es racista, pero más que nada porque la sociedad se lo impone, no porque lo sienta realmente. De todas maneras este no es un negro cualquiera, es Don Shirley, un conocido pianista que fusiona jazz con música clásica. Tiene doctorados en psicología y en artes además de ser uno de los mejores compositores que existen. Sorprendentemente este músico va a encarar una gira por el sur de Estados Unidos, la zona más recalcitrantemente racista que pueda haber. Así que necesita no sólo un chofer, sino también un patovica que lo cuide ante cualquier inconveniente.

         Así es que tenemos entonces una road movie con la clásica pareja despareja: por un lado, un blanco, camionero, sucio y maleducado y, por el otro, un negro, elegante e instruido. Lo que en un principio parecen ser dos espíritus antagónicos, poco a poco van encontrando empatía y formando unidad sin que cada uno modifique mucho su verdadera forma de ser. Peter Farrelly (Tonto y Re Tonto, Loco Por Mary y Amor ciego) le baja unos decibeles a su habitual tono de comedia para darle, esta vez, más fuerza dramática y romántica. Algo cercana también a la genial Mejor Solo que Mal Acompañado (1987, con Steve Martin y John Candy), ya que sabiamente toma varias ideas de allí. 

        ¿Pero por qué entonces se llama Green Book (Libro Verde)?. Parece que existía en Estados Unidos una guía donde se enumeraban los hoteles, restaurantes y demás lugares que eran negrofriendly. O sea, que dejaban entrar a los afroamericanos. Porque recordemos que hasta hace poquitos años en el país de la libertad los negros no podían compartir alojamiento, cenas, ni viajes en ómnibus con los blancos, porque estaba vigente la segregación racial. Así, este libro verde sirve a Tony Lip y Don Shirley para poder recorrer el país sin enfrentarse a mayores problemas. Aunque por supuesto no lo van a lograr del todo, ya que de eso trata la película.

        Al ver tan de cerca esa lejana segregación tal vez le parecerá insólito al espectador. Pero si se piensa que aquí en Argentina y en la actualidad los vecinos de nordelta no dejan a sus propias empleadas paraguayas viajar en los mismos micros que ellos, rápidamente se debe dejar la hipocresía de lado y volver pensar esta película de otra manera.

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