Un homenaje especial: a 31 años de su muerte, “El Negro” volvió a los cines

En algunas salas porteñas se exhibe “Olmedo: El Rey de la Risa”, un docuficción que su hijo realizó antes de “dejarlo descansar en paz”

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Mariano Olmedo, uno de los hijos del humorista Alberto Olmedo, aseguró que el documental-ficción que filmó sobre su padre -de cuya muerte se cumplieron 31 años- era “la última materia” que le “faltaba aprobar para dejarlo descansar en paz” y destacó que si bien años atrás el humor del cómico era tildada de “chabacano” luego “el tiempo lo fue reivindicando”.

Al cumplirse 31 años de la trágica muerte de Olmedo, el pasado 5 de marzo, cuando cayó del balcón de un edificio frente a la playa Varese en Mar del Plata, su hijo Mariano llevó a las salas porteñas el docuficción “Olmedo: El rey de la risa”, que incluye recreaciones de su infancia en la década del 40 y su Rosario natal, cuando “El Negro”, con sus amigos, hizo sus primeras tablas gracias a su entrenamiento como acróbata, la danza española y su impar sentido del humor.

El capocómico, que hizo una exitosa carrera de tres décadas de televisión, radio, teatro y cine logrando hasta 45 puntos de rating con personajes icónicos, películas con recaudaciones millonarias y temporadas veraniegas marplatenses con más de cien mil espectadores, es homenajeado por familiares y colegas en el trabajo documental, donde se alternan con testimonios de sus hermanos, Palito Ortega, Moria Casán, Dady Brieva, Guillermo Francella y hasta Diego Capusotto.

“Encarar este proyecto no era difícil por tratarse de Alberto Olmedo. Más allá de que fue mi padre, estaba seguro de lo que quería hacer y lo fui resolviendo. No fue una carga y la idea estaba hace mucho tiempo. Para mí era la última materia que me faltaba aprobar para dejarlo descansar en paz. Tanta gente le venía haciendo homenajes, que decidí hacerle uno personal”, aseguró su hijo, en una reciente entrevista, sobre qué lo motivó a abordar una vez la vida y obra de “El Negro”, ídolo de generaciones enteras que todavía lo extrañan.

El filme incluye recreaciones de su infancia, entre la gimnasia, la danza y, claro, el humor

 

Según contó Mariano Olmedo, a la hora de empezar a trabajar con este trabajo sabía qué quería y qué no lograr con este filme. “Sabía que debía, sí o sí, apuntar a su infancia y adolescencia y no referirme a su muerte. No había que sobrecargarlo. Me parece que hubiese sido un golpe bajo y y la verdad es que no tenía ganas de revivir aquel momento”, contó el realizador, quien opinó sobre el dilema que siempre rodeó a su padre: un actor amado por el público masivo pero maltratado por la crítica “seria”...

“Fue curioso que en los tiempos en que su humor le encantaba a una gran parte de la sociedad había muchos otros que lo tildaban de chabacano. Sin embargo, el tiempo lo fue reivindicando y hasta se convirtió en tema de análisis de sociólogos. Alguna que otra universidad lo tiene como tema. La conclusión es que pudo primero romper la cuarta pared de la televisión y después de fallecido volvió a quebrar otra que separaba el humor popular de la intelectualidad. Fue así que la sociedad lo empezó a querer de otra manera”, reflexionó.

En la película, Olmedo Junior eligió recordar, de la mano de Diego Capusotto, a dos clásicos de su padre como lo son los sketchs del dictador de Costa Pobre y el Yéneral González.

“El sketch de Costa Pobre era, claramente, una forma de reírnos de nosotros mismos. Era un hombre común con una banda presidencial que, en realidad era una cinta de corona fúnebre, al frente de una isla que no tenía balas para atacar. Un disparate, igual que el Yéneral González”, explicó.

Y explicó qué pasó con Capitán Piluso. “Con respecto ese material es una lástima porque la mayoría se perdió. Recuerdo que invitaba a los chicos a tomar la leche y a ver ‘Merrie Melodies’, los dibujos animados de las cinco de la tarde. Hubiese sido muy lindo poder rescatar más de aquellos momentos”, dijo.

Sobre el recursos de incluir más entrevistas que videos de archivo, confesó que fue una elección. “La película es mi propio punto de vista acerca de mi padre y creo que pude hacerlo sin tener que recurrir a lo fácil”, manifestó, y agregó: “Hay algunas cosas que me hubiese gustado recuperar, por ejemplo algo con su amigo Tato Bores, algunas otras cuestiones podrían haber sido más extensas pero no quería que sea demasiado largo, quería que sea entretenido”.

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