Una joya y símbolo de la historia de Francia

La Catedral de Notre Dame empezó a construirse en el siglo XII. Se ofician en sus instalaciones más de 2.000 misas por año

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París

La catedral Notre Dame de París es un edificio emblemático de Francia y el monumento histórico más visitado de Europa. Entre 12 y 14 millones de personas, es decir una media de 35.000 por día, visitan cada año esta obra maestra de la arquitectura gótica, situada en la île de la Cité, una isla en el corazón del París medieval.

Su construcción, iniciada a mediados del siglo XII, se prolongó durante unos 200 años. Durante la Revolución Francesa, la catedral sufrió numerosos actos vandálicos, en los que se desarmó su aguja, se saqueó su tesoro y las grandes estatuas del pórtico resultaron destruidas.

Los revolucionarios incluso organizaron un “culto de la razón” el 10 de noviembre de 1793, poco antes de que el culto católico fuera prohibido en París. La catedral acabó transformada en almacén.

Devuelta al culto en 1802, se convertirá en el personaje central de una novela de Víctor Hugo publicada en 1831. Poco después, Eugène Viollet-le-Duc estará a cargo de su restauración. Trabajará hasta su muerte en estas inmensas obras durante dos décadas.

Notre Dame consiguió escapar indemne a las dos guerras mundiales. Sus campanas sonaron para anunciar, el 25 de agosto de 1944, la liberación de París.

Mucho más recientemente, las nueve campanas gigantes de las catedral fueron reemplazadas en 2013. Su aguja, que cayó devorada por las llamas ayer, estaba siendo renovada.

En su interior se celebró la victoria de la II Guerra Mundial, el inicio del proceso de rehabilitación de Juana de Arco, la boda de Enrique de Navarra, futuro Enrique IV, con Marguerita de Valois y la coronación de Napoleón I.

Más recientemente, se llevaron a cabo entre sus muros las ceremonias fúnebres en honor de los jefes de Estado, como Raymond Poincaré y el general Charles De Gaulle, y de grandes personajes, como el poeta Paul Claudel o el Abad Pierre.

La catedral, que también es un santuario mariano con rango de basílica, cumple sus funciones como edificio religioso: se celebran cinco misas diarias, y siete los domingos. Con las fiestas y las celebraciones excepcionales, son más de 2.000 misas al año.

Notre Dame es también el punto de salida kilométrica de todas las rutas nacionales que parten de París. En estos últimos años, el edificio vivió al ritmo de las tragedias que golpearon el país. Sus campanas redoblaron al día siguiente del asesinato de los periodistas y dibujantes del diario satírico Charlie Hebdo en enero de 2015.

Las más altas autoridades civiles y religiosas se congregaron bajo sus bóvedas en julio de 2016 para honrar al padre Jacques Hamel, degollado por dos yihadistas en su iglesia cerca de Rouen, en el norte. En septiembre de 2016, cerca de este símbolo de la ciudad, se halló un coche cargado con garrafas de gas. Un comando de tres mujeres militantes del grupo yihadista Estado Islámico, lo había dejado allí. (AFP)

 

 

 

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