Sin nuestra Catedral nos sentiríamos “desfigurados”

“París está desfigurada. La ciudad nunca será como era antes”. Esto fue lo primero que dijo Philippe, un trabajador en comunicación, cuando pasó en bicicleta frente a la catedral de Notre Dame y le preguntaron sus sensaciones sobre lo que estaba viendo. La frase impacta y lleva a pensar qué nos pasaría a los platenses si nuestra Catedral se incendiase y sufriese daños tan severos como aquella.

Un parisino convive a diario con enormes monumentos y estructuras tan hermosas como admiradas por todo el mundo: la Torre Eiffel, el Museo de Louvre, el Arco del Triunfo o la Ópera de París, sólo por mencionar algunas. Y, sin dudar, éste se siente “desfigurado” al ver cómo se desvanece su emblemático templo.

Imaginemos entonces qué sentiríamos si caminásemos por Plaza Moreno y viésemos arder la nuestra. La Plata quedaría incompleta sin la Catedral; tendríamos un vacío difícil de llenar y, aun reconstruyéndola, nada volvería a ser igual.