La disyuntiva del PJ Federal: cómo ungir al ex ministro sin empujar a Massa a los brazos del kirchnerismo

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Por MARIANO SPEZZAPRIA

@mnspezzapria

La jugada de Cristina Kirchner aceleró los tiempos en el campo opositor. El Peronismo Federal, que se había fortalecido con la reelección del gobernador cordobés Juan Schiaretti, enfrenta ahora una encrucijada que buscará empezar a resolver esta semana: mantener su propuesta a nivel nacional o diluirse en liderazgos provinciales arrastrables tanto por el kirchnerismo como por Cambiemos.

La disyuntiva incluye a Roberto Lavagna, quien sigue sin confirmar si será candidato a presidente porque su intención es ser ungido por consenso, sin participar de las PASO previstas para agosto próximo. Por mantener esa actitud política, el ex ministro en principio no participaría de la reunión que para el miércoles convocó Schiaretti con Sergio Massa, Juan Urtubey y Miguel Pichetto.

El líder del Frente Renovador y el gobernador salteño ratificarán ante Schiaretti su postura a favor de dirimir la candidatura presidencial del espacio en una interna. Por su parte, Pichetto –que también es mencionado como posible compañero de fórmula de Lavagna- dirá que es partidario de “agotar todas las instancias del consenso”, dijeron ayer a EL DIA fuentes de su entorno.

El frágil equilibrio que se mantiene en Alternativa Federal –básicamente por su estado de indefinición- podría ser alterado si Schiaretti, Lavagna y Pichetto forzaran una fórmula por consenso, lo que dejaría a Massa con argumentos para plegarse a la unidad con el PJ kirchnerista y a Urtubey en condiciones de ser tentado para dar un salto hacia las filas de Cambiemos.

En ese contexto, Schiaretti buscaría replicar el sistema de alianzas con el que forjó el resonante éxito electoral en Córdoba: una columna vertebral en el PJ federal, más los socialistas santafesinos, los margaritos del GEN y si fuera posible, un sector del radicalismo que ya no comulga con la alianza entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica de la diputada nacional Elisa Carrió.

El problema que traba esa coalición es que los socialistas y los radicales díscolos no quieren participar de una interna del PJ Federal, algo que condiciona a Lavagna y dificulta la propuesta de Schiaretti. Al tiempo que Massa y Urtubey insisten en la PASO y no aceptan ninguna propuesta alternativa: al tigrense ya le pidieron que sea candidato a gobernador bonaerense.

Pero Massa se resiste a competir contra María Eugenia Vidal y no sólo le dijo que no al Peronismo Alternativo Federal, sino también a emisarios kirchneristas que lo tantearon para cerrar un acuerdo en la Provincia. A sabiendas de esa postura de Massa, el flamante precandidato presidencial Alberto Fernández lo invitó ayer a competir contra él mismo y contra Daniel Scioli en la interna del PJ.

De acuerdo a las fuentes consultadas por este diario, Massa irá el miércoles a la reunión convocada por Schiaretti y luego abrirá un impasse de una semana, hasta el 30 de mayo, cuando sesionará el congreso del Frente Renovador que deberá establecer las alianzas de cara al proceso electoral. Ese encuentro será posterior a la Convención radical que podría ser determinante.

El Peronismo Federal también medirá entre esta semana y la próxima la temperatura política entre los gobernadores del PJ y de partidos provinciales que no se alinean con la Casa Rosada, para saber si estará en condiciones de armar la “tercera vía” entre Cambiemos y el kirchnerismo. En este sentido, algunos saludos que recibió Alberto Fernández preocuparon en Alternativa Federal.

Por caso, los que enviaron Gustavo Bordet (Entre Ríos), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Domingo Peppo (Chaco) y Juan Manzur (Tucumán), quienes estuvieron en el armado original del espacio y ahora promueven la unidad con el kirchnerismo. Aunque en el fondo, el juego de esos gobernadores se asemeja a la vieja estrategia política de “poner un huevo en cada canasta”.

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