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Ciudades modernas que regeneran la política

Ciudades modernas que regeneran la política

Luciano Sanguinetti
Luciano Sanguinetti

4 de Mayo de 2019 | 03:02
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Antoni Gutiérrez-Rubi dice en uno de sus últimos libros, Smart Citizens, que las ciudades son hoy el espacio donde se está regenerando la política. Lejos de los ideologismos, de los aparatos, de las viejas y carcomidas instituciones modernas, surge una nueva ciudadanía, más concreta, más cercana, y especialmente más plural y participativa. Pero ese renacer no tiene que ver con nuevos movimientos, ni nuevos catecismos, sino con unas tecnologías y unos modos de comunicar que están acercando la ciudad a las demandas e interpelan de modos nuevos al Estado: datos masivos, Open Data, colaboración y co-gestión de los estados locales.

Pensar lo local, actuar globalmente pareciera ser, la clave invertida del viejo concepto que imperó con la globalizacion. Los ciudadanos no quieren escuchar más a los profetas, quieren ellos mismos ser parte de la solución y de políticas que los contemplan como protagonistas; una polis de escala humana que desconfía de los grandes relatos, pero también del cinismo conservador; esta ciudadanía de caminantes, ya no espera salvadores, sino multiplicadores de acciones colectivas, como lo demuestra la joven sueca Greta Thunberg, y su lucha por la concientización sobre el cambio climático que dio lugar a las masivas manifestaciones de los jóvenes europeos, conocidas como #FridaysForFuture.

Y lo estamos viendo también acá, en La Plata. Aunque algunos todavía creen en la lógica de la rosca de la política que se mira el ombligo, los ciudadanos protagonizan acciones comunes. Vecinos movilizados en barrio Norte y Tolosa por el soterramiento del tren en el acceso a la ciudad, el reclamo de los vecinos de Arturo Seguí por la inseguridad, las asambleas en Villa Castells por las obras hidráulicas que faltan y provocan inundaciones en casas y calles. Pero también hay otros procesos que no sólo expresan demandas o deficiencias de la gestión estatal. Hay una participación urbana que excede los reclamos, que elabora y desarrolla propuestas como la lucha de los centros culturales por mantener y promover unas acciones culturales que no son estatales ni comerciales, la asociación de las pymes de cervecería artesanal que genera fuentes de trabajo y una revolución en la gastronomía, o el movimiento que está detrás del polo tecnológico, en linea con la nueva economía de la información que promueven los desarrolladores. En cada uno de estos procesos hay una forma de interpretar la ciudad y hacerla. Pero todas atravesadas por la necesidades de hacer, de estar, de construir una ciudadanía de nuevo tipo. Lo mismo sucede con las comunidades educativas que luchan por los recursos del Fondo Educativo o, ahora, los vecinos que impulsan el Fondo Solidario para los clubes de barrio.

“Pensar la ciudad sin la colaboración de sus habitantes -dice Gutiérrez–Rubi- ya no es una opción. La intervención de los ciudadanos en la gestión y la planificación se ha convertido en un aspecto diferencial del mundo local, su respuesta a la crisis política”

Hay una ciudadanía de proximidad que se está construyendo en las ciudades. ¿Por qué? Probablemente porque allí podemos ver que nuestras acciones tienen consecuencias. Finalmente, los ciudadanos sentimos que podemos ejercer nuestro derecho a habitar la ciudad de una determinada manera, una respuesta simple a la pregunta por cómo queremos vivir. El filósofo Toni Negri, el de Imperio, escribió hace algunos años, en el texto Elogio de lo Común, que lo común era aquello que sobrepasaba la diferencia entre el Estado y lo Privado. Una intersección mucho más rica. Porque lo común refiere a un espacio de solidaridad y responsabilidad que excede lo propio y lo ajeno, que integra tanto la producción material como la simbólica, pero que también obliga a repensar el Estado y la política. Lo común es condición necesaria de la polis (lenguajes, afectos, cultura, esperanzas), de la ciudad que habitamos y compartimos. Las nuevas experiencias de ciudadanía nos hablan de eso. Lo anuncian. Ya está en la calle y en las pantallas.

“La intervención de los ciudadanos en la gestión y en la planificación se convirtió en un aspecto diferencial del mundo local”

 

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