Tricolores, un campeón que construyó sus bases con unidad y sentido de pertenencia

Leandro Duba

Todo un barrio está feliz. Tricolores, esa modesta institución que desarrolla una intensa labor social y deportiva, tuvo que esperar más de cuatro décadas para abrazarse al éxito. La reciente conquista del Apertura de Primera B, de la Liga, reúne connotaciones muy especiales para los jugadores y también para el cuerpo técnico. Por eso, este tipo de consagraciones se disfruta de otra manera. Y no tiene comparaciones.

Parte del plantel, el entrenador y sus ayudantes visitaron este diario para contar todo lo que han vivido en las últimas horas, después de derrotar a Villa Montoro, en el último partido de la ronda inicial.

“Hace seis años que estoy en el club, y jamás viví una situación así. Hubo que trabajar muchísimo para llegar a esto, por eso se disfruta el doble. La unidad del grupo fue una de las claves de este logro deportivo”, enfatizó Juan Alarcón, arquero del campeón y con la valla menos vencida del torneo.

Para Julián Rodríguez, el técnico, “pudimos inculcar nuestra idea futbolística. Pensar que hace solo cinco meses asumimos, y ya tenemos esta alegría. ¿Por qué se llegó a esto? Por dos razones: el aspecto físico, fundamental y determinante, y el recambio que hemos tenido, es decir, al que le tocaba ingresar lo hacía de la misma manera que aquel que salía”.

Tricolores, con la obtención del Apertura, se clasificó directamente para jugar la final por el primer ascenso a primera división.

“Para el grupo fue muy importante ganar el Apertura, por lo que significa el club y por el sentido de pertenencia. Además, fue clave el armado del grupo, la unidad del mismo, y lo que nos inculcó el técnico. Estuvimos muy bien preparados en todos los aspectos, ya sea físico, futbolístico o mental. El próximo objetivo es ascender. No hay otra razón para nosotros”, explicó Antonio Rubeis (ex Cambaceres), el jugador distinto del grupo y que supo marcar diferencias.

Tomás Pezza, delantero, cree que después de ganarle a Fomento se dieron cuenta que el equipo estaba para campeón. “Aquella victoria por 1-0 sobre el Fomento, con un jugador de menos y en una cancha que siempre nos fue esquiva, fue la que nos marcó. Ahí supimos que estábamos para cosas importantes”.

Lo mismo opinó el volante Ismael Coronel al asegurar que “Fomento fue uno de los rivales más complicados que tuvimos que enfrentar, al igual que Alumni y La Plata FC.”.

Alan Kardasinski, ex delantero de San Carlos, lo miró desde afuera. “Se sufre muchísimo estando afuera del equipo. Estaba convencido de que son los mejores. Físicamente, los pasamos por arriba a todos. Hubo partidos buenos y malos, porque esto es fútbol, pero teníamos metidos en la cabeza que éramos los mejores. Y así fue”.

Hugo Leguizamón es el “profe”, con una extensa trayectoria en el ámbito liguista. “El aspecto físico fue fundamental. Vos veías cada partido y los chicos dejaban la última gota de sudor por esta camiseta. Nadie aflojó. Se trabajó duro y parejo. Todos aportaron lo suyo. Se lo merecen”.

Nahuel Ferreyra dijo “estábamos convencidos de que se podía”. Lo mismo pensaron Roberto Noroña y Alexis Igrais: “Vale el doble. La constancia nos ayudó”. Agustín Di Carlo, Mauro Pastor y Javier Ríos coincidieron en afirmar que “ahora hay que ganar el Clausura. Tenemos que ser superiores a nosotros mismos”. El goleador del equipo fue Alberto Concha, con 8 gritos.