De Rossi se ganó la ovación de todos en el primer enganche

En su primera intervención, Daniel De Rossi dejó ver la categoría que tiene: recibió libre en la franja central, hizo pasar de largo al rival que lo fue a presionar y metió un pase en cortada para la corrida de Franco Soldano.

Explotó la Bombonera con esa carta de presentación del italiano, quien durante la semana, contra Almagro, en la triste noche por Copa Argentina, había mostrado en el estadio Ciudad de La Plata que no está de vacaciones.

Rápido le entró a Federico Gino abajo, con barrida, zafando de la tarjeta amarilla, y repitió otra vez una jugada como la primera de las descriptas...

El Tano, que se repartió la franja central con Iván Marcone, moviéndose ambos en una misma línea la mayor parte del tiempo, fue el encargado de comenzar un circuito de juego que, ni bien incluyó a Tevez, se potenció.

Franco Soldano, el último refuerzo que llegó para el plantel de Gustavo Alfaro, con apenas un par de entrenamientos, también dispuso de la posibilidad para mostrarse, y lo hizo dejándose ver atento para escaparle a los marcadores e ir a buscar los pases que le filtraron.

Pero De Rossi de nuevo colmó las expectativas, y aunque no llegó al gol, como en su debut por la Copa Argentina, dejó en claro que es un jugador con nivel para ser jugador estrella de Boca.

Muy bien en el primer tiempo, un escalón por sobre los demás, incluso de Tevez, quien abrió el marcador en una jugada polémica, cuyo festejo le causó al Apache una herida en el ojo izquierdo.

La actuación personal de De Rossi no mantuvo el nivel durante la segunda parte, y su actualidad física seguramente ha sido la razón. No está para jugar los 90 minutos, y si ayer lo hizo fue porque Gustavo Alfaro no lo tendrá en cuenta para el equipo titular que el miércoles visitará a Liga de Ecuador.

Pero a no dudarlo que por estos días el italiano es la gran atracción de Boca, el jugador más observado, y que ayer dejó el terreno de juego sacándose el pantalón corto que lució durante el juego para regalárselo a una pequeña hincha que representó a la multitud que repetidamente aprobó su llegada al club.

Volvió a festejar Boca, y De Rossi sigue conociendo lo que es este “nuevo mundo” que empezó a descubrir ni bien aterrizó en Ezeiza para sumarse a un equipo que está obligado a ganar siempre, con la Copa Libertadores como primer objetivo.