Trump visitó a las víctimas de los últimos tiroteos y enfrentó protestas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enfrentó hoy grandes protestas y duros ataques políticos al visitar a víctimas de recientes matanzas a tiros en Ohio y Texas, en medio de acusaciones de que su retórica promueve la violencia, el racismo y la xenofobia.

El presidente aterrizó en la texana El Paso, donde un presunto supremacista blanco asesinó a 22 personas el sábado pasado, horas después de estar en Dayton, Ohio, donde 10 personas, entre ellas el atacante, fueron muertas a balazos al día siguiente.

Acompañado por la primera dama, Melania Trump, el mandatario republicano consoló a sobrevivientes y saludó a personal médico durante visitas a sendos hospitales en ambas ciudades donde permanece internada la mayoría de las víctimas de los tiroteos.

En Dayton, funcionarios opositores como el alcalde Nan Whaley y el senador Sherrod Brown aprovecharon la presencia del jefe de la Casa Blanca para pedirle que impulse y apoye leyes concretas para limitar la venta de armas y ampliar los controles.

"Me encontré con víctimas y familiares, fuerzas de seguridad, miembros del equipo médico y rescatistas; fue una visita calurosa e increíble, gran entusiasmo e, incluso, amor; entonces vi al fallido candidato presidencial (0%) Sherrod Brown y al alcalde Whaley manipulando completamente lo que sucedió adentro del hospital", se quejó más tarde Trump en su Twitter al viajar hacia Texas.

Horas después, al hacer una parada en un Centro de Operaciones de Emergencia en El Paso, Trump acusó a los funcionarios opositores de "politizar el día".

Sin embargo, en Dayton, afuera del hospital que visitó Trump, al menos 200 personas se congregaron para protestar, portando pancartas que pedían restricciones al acceso a las armas de fuego y otras con la leyenda "Hagan algo", dirigida a los políticos en general.

Los manifestantes desplegaron además el "Baby Trump", un globo con la figura del gobernante como un bebé que se ha convertido en uno de los iconos de las protestas en contra de Trump.

"No lo queremos aquí", dijo una residente, Lynell Graham, a CNN, haciéndose eco de declaraciones previas de la alcaldesa de Dayton, la demócrata Nan Whaley, quien dijo que planeaba decir a Trump "cuán poco útil está siendo".

Pero también hubo partidarios del presidente republicano, en un reflejo de lo dividido que está el país de cara a las elecciones generales del año próximo.

La visita a El Paso, a continuación, fue aún más tensa que la de Dayton.

Cientos de personas se congregaron en un parque cercano al hospital para repudiar a Trump, denunciar sus comentarios y reclamar restricciones al acceso a las armas de fuego.

"Estamos sufriendo, muchos de nosotros estamos enojados, queremos decir a Donald Trump que debe parar con su retórica", dijo Henry Ocegueda, un residente de El Paso y veterano de la Guerra de Vietnam, de 66 años.

La congresista demócrata y nativa de El Paso, Verónica Escobar, también condenó el discurso político del presidente y explicó a la prensa que se negó a recibirlo por "sus acciones y palabras racistas y llenas de odio", informó la cadena CNN.

El mandatario evitó confrontar en vivo con esas protestas y realizó una visita de bajo perfil, que solo incluyó una corta rueda de prensa en un Centro de Operaciones de Emergencia con miembros de las fuerzas de seguridad. 

"Acá hay héroes y vine a agradecerles por todo su trabajo", aseguró el mandatario ante la prensa.

En esa ciudad fronteriza, un joven que escribió un manifiesto que incluye la repetida denuncia de Trump de que Estados Unidos afronta una "invasión" de inmigrantes ilegales, cometió su masacre el sábado en un supermercado frecuentado por hispanos, que representan la amplia mayoría de esa población.

Críticos de Trump dicen que sus propias palabras contribuyeron a crear un clima que alienta brotes de violencia como los de Dayton y El Paso.

El mandatario rechazó esas afirmaciones en la Casa Blanca cuando partía hacia Ohio, y criticó a quienes dicen que tiene parte de la responsabilidad de la división de los estadounidenses.

"Creo que mi retórica une a la gente", dijo Trump. "Mis críticos son gente política; en muchos casos, se postulan para presidente", agregó.

Uno de esos críticos, el ex vicepresidente Joe Biden, favorito a ganar la interna presidencial demócrata, acusó a Trump de avivar "las llamas de la supremacía blanca".

"Trump no ofrece ningún liderazgo moral, ningún interés en unificar la nación", dijo Biden en un discurso en Burlington, Iowa.

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