Una familiar de Mangano, de 97 años, víctima de un asalto “con complicidad”

La mujer está en silla de ruedas. Creen que la enfermera que la cuidaba, condenada por homicidio, dejó entrar a los ladrones

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El viernes 8.21 de la mañana, el timbre de uno de los departamentos del sexto piso del edificio situado en 51 entre 8 y 9 sonó tres veces. Los llamados, cortos, parecían un mensaje en clave.

Quien atendió el portero eléctrico fue la enfermera de 27 años encargada de cuidar de la propietaria de la unidad, María Delia una mujer de 97 años que forma parte de la familia del ex presidente de Estudiantes de La Plata, Mariano Mangano. Quien fuera cuñada del dirigente está en silla de ruedas y tiene trato cotidiano con varios de sus descendientes. Entre ellos, un actual directivo Pincha.

La voz del hombre en el portero indicó que se trataba de una visita de parte de la empresa para la que ella trabajaba, aunque no le explicó el motivo.

Sin sospechar nada raro, la sanitaria les abrió la puerta principal y, cuando los dos sujetos llegaron al piso, la puerta de acceso al inmueble. No le dieron tiempo a nada y la empujaron hacia el interior, para luego entrar ellos detrás.

Seguidamente le sacaron los cordones de las zapatillas y la ataron de pies y manos. Querían dinero en efectivo y se lo pidieron a la dueña de casa. Ante la negativa, revisaron el lugar hasta dar con una suerte de caja de fuerte. Tras luchar con la cerradura unos minutos, lograron por fin vulnerarla. Estaba vacía. Entonces, la situación fue creciendo en tensión.

Los delincuentes no querían marcharse de allí con las manos vacías y comenzaron a procurar objetos de valor. Buscaron en cajones y roperos hasta detenerse en las manos de la víctima. “No, no te voy a dar la alianza”, le dijo la anciana.

El botín ya era de por sí escaso e hicieron caso omiso de sus ruegos. Le sacaron ese y otros anillos, el reloj y algunas pertenencias que pudieron recolectar. Luego, huyeron por donde habían llegado. Al salir, no se olvidaron de saludar al encargado que barría el hall de entrada. Segundos después, por todo el edificio se escucharon los gritos de la enfermera. Alguien llamó a la Policía y el caos dominó la escena.

UNA MENTIRA MAL ELABORADA

La historia que antecede a estos párrafos fue referida por la trabajadora de la salud a las autoridades. En su declaración, aseguró que no conocía a los ladrones. “Lloró en gran parte de su exposición, se la veía muy nerviosa. Una actriz de nivel”, le dijo a EL DIA una allegada a la damnificada. “La vi tan mal que le ofrecí un café caliente con galletitas”, agregó.

El paso de los individuos quedó filmados por las cámaras de seguridad, y a los investigadores la historia no les cerró. Por eso cotejaron los datos de la joven con la base de datos de la Policía. Y el resultado fue una sorpresa mayúscula. Fuentes judiciales señalaron que la identificaron como María Belén Di Benedetto, quien cumple una condena a nueve años de prisión por el crimen de su pareja, que fue asesinado a martillazos en La Plata.

En ese caso, le endilgan haber fingido un robo e incendio para tapar el hecho. Asimismo, indicaron que “estaba beneficiada con prisión domiciliaria”. Sin embargo, trabajaba fuera de casa. El vocero aclaró que ese régimen no contaba con monitoreo electrónico.

La mujer está detenida desde el viernes en la causa que lleva adelante la UFI Nº 15, a cargo de la fiscal Cecilia Corfield. Llamó la atención de los investigadores que en la empresa Marcanac SRL no se hubiesen detenido en los antecedentes. Según un pesquisa Di Benedetto “trabajaba en negro por 300 pesos al día”. A la víctima la atienden enfermeras las 24 horas. En consonancia con los investigadores, sostuvo que “no podés meter a cualquiera en una casa de familia, tenés que pedir su historial”.

 

 

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