Los detalles del ataque al policía jubilado que vivía con miedo y asesinaron en 14 y 74

Tenía 77 años y vivía con su esposa. A las 9 de la mañana se metieron dos ladrones, que saltaron por el fondo. Hubo un intercambio de disparos. Y Ramón Rodríguez cayó muerto con un tiro en el pecho. Hay dos detenidos

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Ramón Rodríguez tenía 77 años, dos hijos, una esposa, un pasado en la fuerza policial y muchísimo miedo por la inseguridad que pega fuerte en su barrio. Es por eso que tenía, también, armas de fuego y cámaras de vigilancia en su casa. Con las primeras intentó resistir al asalto de los dos delincuentes que se colaron en su propiedad, temprano en la mañana. Y los dispositivos de monitoreo habrían registrado, por lo menos, la fuga de los sujetos después de que lo mataron a Rodríguez de un tiro en el pecho. Además de la vida de la víctima, se llevaron las armas con las que los enfrentó.

Por el caso fueron aprehendidos un joven de 20 años y su hermano de 17 que viven a unas 20 cuadras de la escena del crimen.

Les secuestraron una escopeta tumbera, celulares y prendas de vestir que los vincularían con el hecho. Más allá de cualquier duda, los responsables aparecen en más de un video y testigos podrían reconocerlos, confirmaron vecinos, fuentes policiales y judiciales.

Con el de Rodríguez ya son nueve los asesinatos ocurridos en la Región en lo que va del año, con un total de 11 muertos; dicho de otro modo, en la zona ocurre un crimen cada 65 horas. Para esta misma época, en 2019 se contabilizaban 5 homicidios dolosos; en 2018 eran 3; y en 2017, ninguno.

“LE PEGARON A LA MUJER”

El hecho ocurrió alrededor de las 9 de la mañana de ayer en la esquina de 14 y 74, donde Ramón Rodríguez vivía con su esposa Lidia Batin, de 70 años. Fuentes oficiales contaron que dos sujetos ingresaron en la propiedad saltando un paredón que da a los fondos, luego de lo cual redujeron a la pareja.

“A la mujer la golpearon y su esposo reaccionó defendiéndose a los tiros, aunque desconozco si hirió a estos pibes, ya que el hombre tenía artrosis en las manos, lo que a lo mejor hizo que no pudiera direccionar los disparos”, estimó en su relato a este diario María Florencia (36), que reside en la zona y conocía a la víctima.

Voceros judiciales confirmaron que Rodríguez, jubilado de la Policía Bonaerense, tenía en su casa dos armas de fuego: una de calibre 38 largo y una Bersa Thunder 9 milímetros. No precisaron con qué arma se defendió, aunque reconocieron que en el comedor quedaron “más de 10 vainas servidas” de dos calibres distintos.

Tampoco dieron detalles sobre las heridas que sufrió Lidia. Lo que se sabe es que los asesinos escaparon en una moto, mientras los vecinos se iban asomando a la calle empujados por los gritos y las detonaciones de los balazos. Después de todo, no eran ni las 9.30 de la mañana.

A los pocos minutos llegaron los primeros móviles del Comando de Patrullas, cuyo personal se apuró en reclamar la presencia de una ambulancia y en desplegar un operativo cerrojo por los alrededores para tratar de localizar a los responsables. Los médicos del Same no pudieron hacer más que certificar la muerte de Rodríguez, quien recibió un tiro que le perforó el pecho y salió por la espalda, según el informe de los forenses que revisaron el cuerpo antes de trasladarlo para la autopsia.

Los policías que salieron en busca de los delincuentes, en tanto, usaron la descripción que de ellos y de la moto hicieron los testigos (entre los cuales se destaca la esposa del jubilado asesinado) y las primeras filmaciones que pudieron rescatar en el lugar, confirmó un investigador.

En 11 y 95 los efectivos visualizaron una moto de las mismas características de la que buscaban, por lo que demoraron a sus dos ocupantes, dos hermanos que viven a 30 metros de distancia, dijo una alta fuente con acceso a la causa. Uno tiene 17 años y el otro, de 20, fuertes antecedentes penales: “Abuso de arma y lesiones (UFI 4); “abuso de arma agravado y lesiones leves” (UFI 16), “robo y lesiones leves” (UFI 17)”. El menor también tiene ingresos en comisarías, se informó.

En dos allanamientos que se hicieron en las últimas horas secuestraron prendas que también se ajustan a la descripción de las de los criminales, una escopeta tumbera y teléfonos, entre otros indicios.

El mayor quedó a disposición de la fiscal Cecilia Corfield (tendría antecedentes penales) y el menor del fiscal Juan Benavídez, que tiene 12 horas para resolver si le pide la detención por “homicidio en ocasión de robo”, o no.

 

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