Jésu Rivero: “Quería que el disco refleje el momento que atravesamos”

El artista radicado en La Plata lanzó “Folqui popi”, un disco con ritmos criollos que reflejan los sonidos y paisajes de estos días

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Como tantos artistas, Jésu Rivero se encontró en medio de la cuarentena solo, aislado de sus colegas musicales. Pero el arte nace y florece en las limitaciones: el artista oriundo de Benito Juárez y radicado en nuestra ciudad decidió entonces grabar y lanzar “Folqui popi”, un disco grabado en soledad que “refleja el momento que atravesamos”.

Un trabajo con aromas criollos, inspirado en paisajes bonaerenses, que para el compositor y musicoterapeuta que formara parte de Rivero y el mico, antes de iniciar su carrera solista, supone un cambio de ritmo para Rivero.

“Es la primera vez que en un disco pongo de relieve los ritmos más criollos: venía con discos más de pop, rock, quizás con alguna cosa folclórica, pero deslizada, no como lo principal”, concede el guitarrista, y cuenta que “en este disco hice al revés: son todos ritmos criollos, aunque la forma de componer es desde un concepto más pop”.

Pero además, “la forma en que lo grabé también es diferente: está grabado solo con una voz y tres guitarras criollas, que toco yo: unas hacen los ritmos y las otras fraseando, como si fuera algo medio zitarroseño”. Cambios que tienen que ver “con la coyuntura que nos toca atravesar, con el aislamiento, el estar en un lugar todo el tiempo, en la intimidad…”. En soledad, guitarreando, empezaron a brotar canciones con resabios a aquellas músicas folclóricas que formaron parte de su educación sentimental. Tantas, que terminaron conformando un disco.

“Este disco es un disco que no esperaba hacer, se me apareció medio de sorpresa, de golpe me di cuenta que tenía tres o cuatro canciones que iban para este lado y quise armar algo”, cuenta Rivero. Pero no solo los ritmos eran diferentes a los que anidaban en su discografía: el aislamiento les daba además una sonoridad distinta: , explica Rivero.

“Me pareció que era algo para reflejar, para que el otro escuche una parte más íntima, más cotidiana de uno. Incluso acá mismo, en casa, podría haberle metido teclados y otras cosas, pero quise hacerlo más austero, que tenga pocas cosas, que la temática de las canciones también sean pequeños relatos de la vida cotidiana”, agrega.

IMAGEN AL SONIDO

Con el disco liquidado, Rivero decidió que también quería poner imágenes a su colección de canciones, y grabó videoclips para el disco. Otra novedad en su carrera: “Lo visual fue algo muy nuevo para mi, nunca había editado imagen”, cuenta el guitarrista. “Pero cuando empezó esto del aislamiento social, por mi trabajo tuve que mandar algunos videos, empecé a mirar unos tutoriales por internet, y cuando terminé de grabar el disco, esperando a masterizar, me propuse hacer algo desde la imagen, para que acompañe al disco en YouTube. Y me empecé a entusiasmar: se me ocurrió una idea para una canción, vi que funcionaba, y así se me empezaron a ocurrir disparadores para hacer videos, por ahí en un día grababa dos o tres videos, fue todo muy fresco y muy abrupto a la vez”.

“Creo que eso sucede porque cuando hay un eje conductor que te lleva en una dirección, te lo facilita: tenía el concepto de que en la imagen aparezca lo que aparece en el disco, lo cotidiano, lo simple, entonces me resultó más fácil hacerlo”, analiza Rivero, que también decidió grabar un disco de lados B para “Folqui popi”, “Noctivago”, que saldrá en noviembre.

“Lo hice por la misma manija”, comenta. “Me quedé con ganas al ver que esto funcionaba, me gustó lo que pasó en el disco, el color que tenía, y entonces me puse a pensar en armar un repertorio con este estilo en el futuro, así que versioné canciones mías que funcionaran para la etapa ‘Folqui popi’”.

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