El Barça de Messi recibe al golpeado Madrid en un clásico algo deslucido
Edición Impresa | 24 de Octubre de 2020 | 05:23

Barcelona, con Lionel Messi desde el arranque, recibe a Real Madrid en el gran clásico de la Liga Española, por la séptima fecha del certamen.
El “derby”, el 181ro. en el historial por Liga, se celebrará en el Camp Nou desde las 11, a puertas cerradas para el público por el coronavirus, con el arbitraje de Juan Martínez Manuera y televisación exclusiva de DirecTV Sports.
La jornada sabatina de la Liga española, que tiene como punteros a la Real Sociedad y Villarreal, se completará con Osasuna-Athletic de Bilbao (DirecTV Sports) y Sevilla-Eibar (Fox Sports), ambos desde las 13.30, y Atlético Madrid-Betis (ESPN 2), a partir de las 16.
Ayer, en el único adelanto de la séptima fecha, Elche, con los goles de de Josan y Fidel, se impuso por 2-1 al Valencia, que descontó a través de Lato.
Hace 17 años que Barcelona y Real Madrid no llegan al clásico tras perder el partido previo y esta vez se concreta la situación luego de los reveses sufridos por los catalanes ante Getafe y los madrileños con Cádiz, en ambos casos por 1-0.
La diferencia radica en que en el debut por Champions, el Barça goleó al flojo Ferencvaros húngaro por 5-1 y el Real sufrió un duro golpe al caer de local ante los ucranianos del Shakhtar Donetsk por 3-2.
Más allá de la coyuntura, este clásico se presenta opaco, sin el brillo de las galas de los años dorados, donde el mano a mano entre Messi y Cristiano Ronaldo ya bastaba para seducir a cualquiera.
El rosarino sigue siendo estandarte del Barcelona, pero esta versión personal dista mucho de ser la mejor, puesto que el crack luce desganado y desmotivado.
Parece que la frustrada posibilidad de que Messi se fuera del Culé, como deseaba hacerlo en el verano europeo, le pegó mal y no encuentra la manera de recuperar el deseo de ir por más con la casaca “blaugrana”. Para colmo, le quitaron a su gran compañero de terreno de juego y amigo, Luis Suárez.
Y por más que Ansu Fati esté brillando en el equipo de Koeman, la ida de Suárez dejó al once titular con menor poderío, sumándose a todo esto la incomodidad de Griezmann, que no encuentra su lugar en el equipo.
Ante este Barcelona se presenta un Madrid que más allá de Sergio Ramos, Benzema, Kroos y Modric, parece “envejecido” y sin recambio.
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