La censura alcanza al folclore y busca callar en Venezuela la música de protesta

El gobierno de Maduro busca evitar que canciones críticas con el gobierno se pasen por las radios. Presión y sanciones a las emisoras

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CARACAS

“Aquí estamos los gaiteros, la patria nos necesita. La situación amerita que nuestro canto altanero, hoy en día prisionero con grilletes y mordaza, defienda la democracia con su ímpetu guerrero”, dice el coro de una gaita venezolana, un género folclórico que ha servido para criticar a Gobiernos y ahora se topa con la censura.

La canción, de la banda Cardenales del Éxito, fue lanzada en 2017 y es parte del largo repertorio de “gaitas de protesta” con la que músicos venezolanos expresan su malestar ante las situaciones que perjudican al país.

El género, tradicionalmente escuchado en el último trimestre del año cuando se acercan las Fiestas, tiene un ritmo alegre y festivo. Originario del estado de Zulia (oeste), hoy una región casi devastada por la crisis, es el resultado de la mezcla de culturas a lo largo del tiempo. Su marca de protesta se vincula con la música que los esclavos cantaban a sus amos para manifestar su descontento.

De ahí que los “gaiteros” les canten a quienes están en el poder para llamar la atención ante los problemas del país.

LA “MORDAZA”

A inicios de los años 2000, primera etapa de Gobierno del fallecido Hugo Chávez (1999-2013), la gaita de protesta se hizo sentir con fuerza en el país cuando agrupaciones de este género como Gran Coquivacoa, de “Neguito” Borjas, Son Gaitero, Nikitao o Koquimba publicaron melodías para llamar la atención del mandatario.

Una de las canciones más populares fue “La Mordaza”, publicada un año antes de la polémica Ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisión (Ley Resorte - 2004) con la que el Gobierno regula el contenido de los medios de comunicación estableciendo que la programación no puede contener “violencia” ni “terrorismo”.

“¿Qué es lo que pasa?, ¿Gobierno, Gobierno, ahora qué te pasa? ¿Quieres fuñir (molestar) a los medios con tu diabólica ley mordaza? (...) ¿Y qué va a pasar con los noticieros? ¡Les cayó la ley mordaza!, ¿Y con las novelas que tanto queremos? ¡Les cayó la ley mordaza!”, es parte de la letra de la canción cantada por Borjas.

El gaitero nombraba en esta canción a una serie de periodistas reconocidos y medios que, tal como lo coreó, salieron de pantallas o del circuito radiofónico, años después de la puesta en vigencia de la llamada Ley Resorte.

Y así la palabra censura se volvió una constante en cada espacio público. Comenzaron los llamados de atención a los medios hasta que en 2007 se ordenó el cierre del canal Radio Caracas Televisión (RCTV), una cadena muy crítica con el Gobierno. Y ya en 2009, se denegó la renovación de concesión de estaciones a 34 emisoras de radio, obligadas a cesar sus actividades.

Tras la “Ley Resorte”, medios, periodistas, productores, escritores y hasta los músicos empezaron a medir o evaluar su contenido. Aún así recibían llamadas del ente regulador advirtiéndoles sobre comentarios en la radio o escenas en televisión.

Los cierres de radios y de medios de comunicación en general siguieron a lo largo de los años. Hasta 2019, casi 140 emisoras habían dejado de emitir su señal, en su mayoría porque el ente regulador le retiraba o no renovaba la concesión, tras emitir algún comentario, mensaje u opinión que pudiera ser considerado como una violación a la norma. Esto fomentó la autocensura y hoy las radios prefieren no pasar música de protesta.

Las denuncias de ataques a la libertad de expresión en Venezuela crecen año tras año. Desde el ala más radical del chavismo se impulsan ideas para regular aún más los contenidos en los medios.

Es el caso de la llamada “Ley contra el odio”, que castiga con penas de 10 a 20 años de prisión a quien difunda “mensajes de odio” y que fue aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), una institución integrada solo por chavistas que se atribuyó los poderes legislativos del Parlamento. (EFE)

 

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