El Reino Unido ya emprende una nueva era fuera de la UE

Ahora el gobierno de Boris Johnson deberá superar las divisiones y redefinir su lugar en el mundo. En Escocia e Irlanda no convence la salida de Europa. El dilema de Gibraltar

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LONDRES

Fuera de la UE por primera vez en 47 años, el Reino Unido emprendió ayer una “nueva era” en la que deberá superar las divisiones y redefinir su lugar en el mundo, negociando su nueva relación comercial con Bruselas, pero también con Washington.

“El telón se levanta para un nuevo acto en nuestro gran drama nacional”, dijo el primer ministro Boris Johnson en un mensaje a la nación cuando todo un país pasó el viernes al otro lado del espejo entre los gritos de júbilo de unos y las lágrimas de tristeza de otros.

“Despedida de la UE” (The Times), “El día que decimos adiós” (The Guardian) o “El Reino Unido corta finalmente lazos con la UE” (Financial Times), toda la prensa recibió el día con la nueva página que se abre en el futuro del país. “Ahora a construir el Reino Unido que nos prometieron”, llamaba The Mirror.

Sin embargo, gracias a un periodo de transición que va hasta finales de diciembre, poco o nada cambió en realidad para la mayoría.

DUDAS Y DISCONFORMES

El 23 de junio de 2016 se realizó el Referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. El resultado fue del 51,9 por ciento de los votantes que querían abandonar la UE, frente a un 48,1 por ciento partidario de permanecer.

Pero cuando se trata de hablar de Escocia, Irlanda del Norte y Gibraltar, además de la mayoría de Londres, la opción más votada fue la permanencia.

Más de 17 millones de ciudadanos (51,9 por ciento de los sufragios) optaron por abandonar la UE, aunque el resultado fue dispar en las distintas regiones del país. Las ajustadas victorias del Leave en Inglaterra y Gales contrastaron con el apoyo a la permanencia en Escocia (62 por ciento) e Irlanda del Norte (56 por ciento). El rechazo a la salida de la UE fue muy notable en Gibraltar: el 96 por ciento de los ciudadanos de la colonia británica votaron a favor de la permanencia.

En el caso de Escocia, ayer miles de ciudadanos se manifestaban en Edimburgo para pedir un nuevo plebiscito y separarse del Reino Unido (ver aparte).

Escocia celebró un referéndum de autodeterminación en 2014 en el que decidía si se separaba del Reino Unido en el que el ‘No’ ganó con el 55 por ciento de los votos. En la decisión de gran parte de los votantes pesó la posibilidad de quedar fuera de la Unión Europea si la secesión tenía lugar. Precisamente en el referéndum sobre el Brexit que se celebró dos años después, en 2016, el 62 por ciento de los escoceses se manifestaron partidarios de permanecer en la UE. Así, el pasado jueves el Parlamento escocés demandó la celebración de un nuevo referéndum de independencia.

IRLANDA DEL NORTE

A partir de ayer la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda separará a la Unión Europea de un país extranjero, en lugar de a dos países miembros comunitarios como hasta ahora. La solución encontrada ha sido una posición intermedia, dotando al área de una frontera blanda y endureciendo los controles cuando las mercancías vayan de Irlanda del Norte a Gran Bretaña.

En cuanto a Gibraltar, todavía quedan muchos acuerdos por alcanzar, pero durante las negociaciones previas España ha conseguido dotarse de una situación privilegiada de interlocución con respecto a este territorio autónomo del Reino Unido enclavado en el sur de España, así como que el Parlamento europeo reconociera al territorio británico como una colonia.

Así, durante los próximos meses se negociarán las condiciones de la frontera de Gibraltar, aunque cualquier acuerdo necesitará del visto bueno de España.

Hay mucho en juego

“El Brexit está lejos de haber concluido. La batalla sobre la UE puede haber terminado, la batalla por el Reino Unido está a punto de empezar”, afirmó ayer el lobby probrexit de la industria pesquera, que espera recuperar la prosperidad con el fin de las cuotas y la presencia de barcos europeos.

Mañana Johnson dará un discurso en que marcará sus grandes líneas para el futuro y qué papel en el mundo quiere para el nuevo Reino Unido.

Pero, por ahora, tendrá que lidiar con el descontento de una importante parte del país, por ejemplo Escocia, una nación semiautónoma de 5,4 millones de personas en su mayoría contrarias al Brexit que, en un intento de volver a la UE, parece cada vez más tentada por una eventual independencia. (AFP y AP)

 

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