Guillermo Vilas juega el partido más difícil de su vida

Willy, de 67 años, se encuentra radicado en Mónaco con su esposa y cuatro hijos. Da una dura batalla

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Por ADRIÁN D'AMELIO

adamelio@eldia.com

Era un secreto a voces. Hace alrededor de cinco años que Guillermo Vilas empezó a presentar los primeros síntomas sobre la enfermedad cognitiva que lo afecta. El mundo del tenis y sus amigos más directos habían creado una especie de blindaje para resguardar la salud del “ídolo”, pero apareció una pequeña válvula de escape por donde se filtró la noticia. Inclusive, aquellos más allegados a Willy no ocultaron su enojo mayúsculo.

Lo concreto y real es que Guillermo Vilas padece deterioro cognitivo (ver cuadro aparte), según lo pudo corroborar este diario por medio de personas allegadas al ex tenista y principal impulsor de este deporte en nuestro país. Si bien el entorno familiar mantuvo un silencio respetuoso como lo ha venido haciendo durante todo este tiempo sobre la salud del ídolo.

Guillermo Vilas (67 años) actualmente se encuentra viviendo en Mónaco, donde tiene su residencia que comparte con su familia compuesta por la esposa Phiangphathu Khumueang (36, de origen tailandés) y sus cuatro hijos: Andanin, Intila, Lalindao y Guillermo Juniors. Con “Phiang” se conoció en el año 2000, cuando Willy viajó a Tailandia.

Una tarde, mientras paseaba por el Mahboonkrong Center, el centro comercial más importante de Bangkok, le llamó la atención una chica que lucía un vestido blanco entre tantas que tenían jean. Era Phiangphathu Khumueang. Según contaba el propio Vilas -en su época de jugador un verdadero “playboy” quien tuvo un apasionado romance con Carolina, que ese momento era la princesa de Mónaco- se enamoró perdidamente de esa mujer 31 años menor que él. Desde ese momento comparte su vida con esta joven tailandesa, madre de sus cuatro hijos, con quien se casó el 21 de mayo de 2016, en la parroquia “Nuestra Señora de las Mercedes, del barrio porteño de Belgrano; aunque renovó sus votos matrimoniales, ya que lo habían hecho en 2005 en la Embajada Argentina de Tailandia.

La historia de Vilas en lo deportivo es más que conocida. Ganó 62 títulos en el circuito profesional. Cuatro de Grand Slam: Abierto de Australia (2), Roland Garros (1) y US Open (1). Además, Willy figura como el cuarto jugador con mayor cantidad de partidos en el tour profesional: 923 encuentros. Sin embargo, por un capricho de la computadora de la ATP​ no fue reconocido como número uno del ranking mundial, aunque en la práctica sí lo haya sido en el año 1975. Se retiró en 1989, pero retornó brevemente en 1992 año en que solamente jugó el Abierto de Atlanta y algunos torneos Challengers.

ES DÍA EN LA RADIO

Hace cinco años Willy, se puede decir que mostró públicamente los primeros síntomas de su deterioro degenerativo, fue cuando visitó el programa “Perros de la Calle” de la radio Metro, conducido por Andy Kusnetzoff y donde Gastón Gaudio, hacía las veces de columnista. En esa entrevista Vilas ya comenzó a mostrar dificultades con su memoria, algo que en ese momento despertó las risas y las burlas de los presentes, sin saber que pasaría un puñado de años después.

En el programa le realizaron varias preguntas para que comente las grandes anécdotas sobre su vida y en especial su familia. Gaudio quiso saber cuántos años tenían sus hijas por aquel entonces, pero la respuesta de Vilas, tal como si se hubiera encontrado fuera de aire, fue: “No, esas cosas yo no…”.

La vaga contestación provocó risas al por mayor en los integrantes de la emisión, y por si fuera poco, le hicieron pasar un momento aun más feo, siempre en tono de broma, cuando se le preguntó: “¿Y más o menos cómo se llaman? Dale, te cuestan las edades, ¿pero cómo se llaman?”.

“Andanin de 12 años, Intila de 5 y…”. Luego se hizo un ‘bache’, que en radio es necesario cubrir de inmediato y fue llenado por el periodista Gabriel Schultz: “Lalindao, de 4″, cuando se olvidó el nombre de la pequeña.

Pocos meses después, en febrero del 2016, Vilas fue homenajeado en el Lawn Tennis Club, cuya cancha central lleva su nombre. Vilas empezó a hablar que había llegado en tren a Buenos Aires, después se desdijo al decir que había sido en auto. Se “perdió” en su relato y caminaba de un lado al otro teniéndolo que orientar.

Las apariciones públicas de Vilas se cortaron hace mucho tiempo. El 2 de octubre del 2019 se vio un video en las redes de un encuentro con Bjorn Borg, un clásico rival. No había sonido, ambos se reían en una imagen que apenas duró siete segundos y se filmó en un café de Mónaco.

El miércoles de la semana anterior posteó en su cuenta de Twitter la imagen de dos trofeos que ganó en el Abierto de Montecarlo (1976 y 1986). “Estos van directamente para museo personal”, escribió; aunque realmente se dice quien maneja las redes desde hace tiempo es su esposa, Phiangphathu Khumueang.

En tanto, Guillermo Salatino es uno de los periodistas que más conoce del ambiente del tenis y al respecto sobre la situación que atraviesa en este momento Guillermo Vilas dijo que “hace tres o cuatro años que sabemos que Guillermo está mal. Pero cuando yo me entero las cosas de forma personal. Si llego a hacer un libro de lo que sé de Vilas, Sabatini, Clerc o Nalbandian hago un best seller. Pero prefiero ser amigo, que buen periodista. Cuando te enterás las cosas de manera personal, no las contás”.

Más adelante el experimentado periodista agregó que “somos varios los periodistas que lo sabemos, porque hemos tenido relación personal con él. Yo me di cuenta hace tres años atrás en el Abierto de Estados Unidos, cuando quería hacer de nuevo ‘Sin Anestesia’ (el programa televisivo de Salatino) porque el que habíamos hecho salió mal. Y al ratito de hablar con él, me di cuenta que estaba en otro lado. Tengo muchos elementos para empezar a pensar qué le pasa. Con el pasar del tiempo nos fuimos enterando por gente que está con él. Sabemos que Guillermo está con problemas cognitivos hace tres o cuatro años. Tiene momentos en los que está perfecto y otros en los que está algo perdido”.

“A medida que fue pasando el tiempo -siguió diciendo Salatino-, su salud fue empeorando. No sabemos exactamente qué es. Sería imprudente hablar de Alzheimer o demencia senil, sí sabemos que tiene problemas cognitivos aunque eso sea una definición amplio”.

Guillermo Vilas se encuentra jugando el partido más difícil de su vida por su estado de salud deteriorado. La pelea junto a su familia.

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