El día en el que la sombra del coronavirus se metió de lleno en la comitiva presidencial
Edición Impresa | 13 de Junio de 2020 | 02:18

Por MARIANO SPEZZAPRIA
Martín Insaurralde se sintió mal y experimentó todos los síntomas del coronavirus: fiebre, tos y dolor de cabeza. De ahí que decidió someterse al hisopado por medio del cual se realiza el test del COVID-19. El resultado positivo cayó como un baldazo de agua fría en Lomas de Zamora, sobre todo porque el intendente es un paciente de riesgo, con una historia clínica ligada al cáncer.
Insaurralde concluyó anoche una amarga jornada en el hospital de Llavallol, en el sur del distrito, donde le hicieron una tomografía, pudo saber EL DIA de fuentes políticas. Todo el equipo del municipio que mantuvo “contacto estrecho” con el jefe comunal fue aislado, incluido el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Federico Otermín, mano derecha de Insaurralde.
La mala noticia llegó rápido a oídos de Alberto Fernández. Un intendente colega del lomense envió un mensaje a uno de los integrantes de la delegación que en ese momento estaba en La Rioja para advertirle sobre la situación. Así, el Presidente se enteró al menos una hora antes del tuit que publicó el propio Insaurralde y supo que el ministro Daniel Arroyo pudo haberse contagiado.
Desde la comitiva presidencial hicieron dos consultas inmediatas: el ministro de Salud, Ginés González García, transmitió el protocolo para separar a Arroyo de la delegación y que se le practicara un hisopado; luego hablaron con el médico de cabecera de Alberto F., Federico Saavedra, quien lo atendió de sus problemas respiratorios en la campaña electoral de 2019.
Tras esas comunicaciones, el Presidente y sus colaboradores decidieron suspender la visita a Catamarca y regresar directamente al Aeroparque metropolitano.
Arroyo, desde su casa en zona norte, respiró aliviado anoche, cuando le informaron que el test de COVID-19 que le efectuaron en La Rioja había dado negativo.
Alberto F. debió suspender toda su actividad hasta conocer la suerte de su ministro de Desarrollo Social, junto a quien se lo vio en La Rioja en un acto en el que ninguno de los dos utilizó barbijo. También compartieron el vuelo desde Buenos Aires y no se informó si en el avión usaron tapabocas.
En el Gobierno bonaerense tampoco salieron indemnes del contagio de Insaurralde: el secretario general Federico Thea había visitado Lomas de Zamora el miércoles para un acto en el estadio polideportivo local, donde se guardó la distancia social pero no usaron barbijo todo el tiempo. Otra aislada lomense es la diputada nacional Daniela Villar, la mujer de Federico Otermín.
El lomense había estado reunido, el jueves, con los jefes de bloque de la Cámara de Diputados bonaerense, con lo cual el positivo de Insaurralde podría tener impacto también en la Legislatura.
Las ramificaciones del llamado “nexo epidemiológico” intranquilizaron ayer a la clase dirigente, que ya había dado razones para ser cuestionada por el escaso apego a las medidas sanitarias.
Sobre todo porque los gobernantes reclaman cuidados a la población y luego aparecen en actos públicos sin utilizar barbijos o en lugares donde no se respeta la distancia social. Sucedió en Villa La Angostura la semana pasada, cuando los vecinos llamaron la atención sobre la delegación presidencial, integrada por funcionarios de Buenos Aires, el foco del coronavirus en la Argentina.
Todo esto, en medio de una escalada de contagios en el Conurbano que lleva al gobernador Axel Kicillof a reclamarle a Rodríguez Larreta un endurecimiento de la cuarentena.
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