Más tensión tras el nuevo asesinato racial en Atlanta
Edición Impresa | 15 de Junio de 2020 | 01:35

WASHINGTON
Decenas de personas se congregaron ayer en Atlanta reclamando justicia por la muerte del joven negro Rayshard Brooks (27) a manos de un policía blanco, un hecho que sumó ira a las ya encendidas protestas en el país contra el racismo y la brutalidad policial, que continúan en todo el mundo.
Centenares de manifestantes bloquearon el sábado una ruta interestatal y prendieron fuego al local de la cadena Wendy’s, cerca del cual Brooks murió el viernes de un disparo de la policía. El incidente terminó con más de 30 detenidos. Previamente había renunciado la jefa de la policía de Atlanta, Erika Shields.
El crimen de Brooks se produce cuando Estados Unidos enfrenta un juicio histórico sobre el racismo sistémico, con disturbios masivos desatados tras la muerte el 25 de mayo del afroestadounidense George Floyd víctima de la brutalidad policial mientras era detenido. Floyd murió asfixiado por un policía blanco de Minneapolis que presionó una rodilla en su cuello durante casi nueve minutos.
Las protestas pusieron sobre la mesa los legados de la esclavitud, el colonialismo y la violencia blanca contra la comunidad negra y otras minorías, así como la brutalidad de la policía en Estados Unidos.
DENUNCIA Y ASESINATO
Según un informe oficial, Brooks había estado durmiendo en su auto afuera de un restaurante de la cadena Wendy’s, y los empleados llamaron a la policía para quejarse de que estaba bloqueando a clientes.
Brooks estaba alcoholizado y se resistió cuando dos policías blancos intentaron arrestarlo, señaló la Oficina de Investigación de Georgia (GBI).
Las imágenes del incidente, difundidas ayer por la policía, muestran una pelea entre los agentes y el sospechoso, que logra apoderarse de la pistola Taser (arma inmovilizadora) de un oficial y escapa.
Pero mientras el GBI sostiene que “Brooks se volvió y apuntó con el Taser al oficial, que utilizó su arma”, las imágenes muestran que el sospechoso le da la espalda al policía cuando éste dispara y lo hiere. Brooks fue llevado a un hospital pero murió después de la cirugía. Un oficial resultó herido.
El policía que le disparó a Brooks fue despedido el sábado e identificado por las autoridades locales como Garret Rolfe, al tiempo que el segundo oficial fue enviado a tareas administrativas.
Un abogado en representación de la familia del fallecido, Chris Stewart, denunció un uso desproporcionado de la fuerza. Brooks tenía cuatro hijos y había celebrado el cumpleaños de su hija de ocho años el viernes.
El policía que mató a Brooks enfrenta una condena que iría de 20 años de cárcel a perpetua e inclusive pena de muerte bajo el estricto código penal de Georgia. (AFP)
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