¿Qué hay de nuevo, viejo?

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El 27 de julio de 1940 se exhibía en la gran pantalla “A Wild Hare” (La liebre loca), un cortometraje que tenía por protagonista a un conejo nacido en Brooklyn, Nueva York. Y su verborragia fresca y desvergonzada se volvió tan popular que terminó convirtiéndose en un ícono cultural: Bugs Bunny. Una fama que se ha mantenido viva hasta hoy, como que, de hecho, desde 2002 tiene el honor de haber sido elegido como el dibujo animado más grande de todos los tiempos, un honor que comparte con Mickey Mouse, y que en la actualidad sigue siendo utilizado como el emblema de la Warner Bros.

Bugs Bunny nació en Nueva York gracias a la buena mano del animador, dibujante y director estadounidense Tex Avery, ganador de un Oscar.

En su versión original en inglés, el acento de Bugs combinaba en partes iguales los dialectos de Bronx y de Brooklyn, y fue en su debut donde dijo por primera vez su conocidísima frase: ¿Qué hay de nuevo, viejo?

En sus 80 años de vida, el famoso conejo ha aparecido en numerosos cortometrajes (163 durante la Edad de Oro de la animación estadounidense), largometrajes, programas de televisión, programas en vivo, videojuegos, libros de caricaturas y hasta estampillas postales, como que fue el primer personaje de caricaturas en figurar en una estampilla en Estados Unidos, en 1997, mientras que se le otorgó también su propia estrella en el Paseo de la Fama, en 1985.

 

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