Messi, de aquel joven a este hombre que fue capaz de patear el tablero

El niño introvertido le dio espacio a un adulto que, cansado de los manejos del Barcelona, pegó un golpe encima de la mesa

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Precisiones leguleyas al margen, separada la hojarasca de la cantinela de devotos y fiscales, lo único que no puede dejar de decirse de Lionel Messi es que le asiste el derecho de estar a buenas con su piel en el tramo otoñal de una carrera que, con suerte y viento a favor, tendrá un puñado de temporadas de plenitud.

Que haya dado un puñetazo en la mesa menos pensada, ¿está bien o está mal? Yermo es el camino de esa disyunción: ¿quién se arrogará el derecho de hablar en representación de Messi?

Más todavía cuando los entretelones de las habas que se cuecen en la elite del fútbol son desconocidos, o engañosos, o brumosos, o incompletos, pero en cualquier caso sesgados.

El destino jamás será lo que pudo haber pasado: el destino es lo que efectivamente pasa y resulta que ha querido que entre Lionel Messi y el Barcelona se opere un desgaste del que al parecer no habrá retorno.

Se dice, con asidero, que salir de la ciudad Condal representará privarse del territorio real y simbólico donde se formó, creció, brilló y se sintió arropado.

Y en tono de juicio sumarísimo se alude a una presunta mezcla de ingratitud y desamor.

¡Desde luego que el Barcelona le ha dado mucho a Messi!

Tan cierto como que Messi ha dado al “Barça” los momentos más crocantes de sus andanzas tras la pelota número 5: más de 600 goles, una gravitación decisiva en la conquista de decenas de competencias y montañas de euros en abonos, merchandising y otras yerbas.

Hace ruido, eso sí, por lo menos hasta eventuales nuevas noticias, el silencio en torno a una afición, la del Barcelona, que en tantos y tantos años no le ha dispensado más que encendidas muestras de cariño.

(Por cierto: los hinchas, urge que sea repuesto y subrayado, son el ineludible y genuino pilar del fútbol profesional).

Ahora, desde la perspectiva estrictamente futbolística, hechas las sumas y las restas, incluido el riesgo calculado de una adaptación cuyas derivas no le ofrecerían garantías ni a Superman, la mudanza ofrecería a Messi la inconfundible cara de la bocanada de aire fresco.

Sin ser un chiquilín, tampoco es un venerable anciano, no ha sufrido lesiones graves y la impronta de sus destrezas lo exime de las erosiones de la suela fuerte, los choques y las polvaredas del medio campo.

Tiene mucho para dar, Messi, mucho para dar y alumbrar en el rol que jamás de los jamases otro futbolista ocupó durante tanto tiempo: el del as de espadas.

HOY PODRÍA ROMPER EL SILENCIO

Si bien no hay confirmaciones oficiales, desde el entorno del 10 se especula con que hoy o en estos días podría romper el silencio.

Hay dos motivos para ello y por lo cuales Leo está más que preocupado. El primero es dar su versión acerca de los motivos que lo llevaron a enviar la carta documento al FC Barcelona con la decisión de abandonar la disciplina del club.

El segundo, dar un mensaje de explicación del 2-8 propinado por el Bayern Munich en la última edición de la Champions.

No fueron pocos los hinchas que se enojaron por la actitud del capitán, que ahora tendría que afrontar un doble desafío: hablar de aquella dolorosa eliminación y explicar porqué se marchará del club de toda su vida.

Es el máximo desafío de la vida deportiva del mejor jugador del mundo. Por primera vez tendrá que mudar a su familia de Barcelona y disputará una liga diferente. Es el Messi adulto, maduro, que se animó a lo inimaginable.

KOEMAN, EL HOMBRE QUE HACE EL TRABAJO SUCIO DE BARTOMEU

A todo esto, está cada día más claro que el holandés Ronald Koeman está realizando el trabajo sucio que la dirigencia no quiso afrontar.

El nuevo entrenador del FC Barcelona, prometió a Antoine Griezmann un incremento de su relevancia en el equipo respecto a su primera temporada en el club azulgrana. Esto luego de despedir por teléfono a Luis Suárez, un emblema del club.

En concreto, el técnico holandés le aseguró en una charla que ha sido desvelada por ‘L’Equipe’ que volvería al rol que tenía en el Atlético de Madrid, alejado de la banda y con libertad de movimientos en el ataque, lo cual comportaría un mayor protagonismo en el juego del conjunto catalán.

“Lo hacías en el Atlético y lo harás en el Barcelona”, le garantizó Koeman a Griezmann según el diario francés.

Además, esta charla tuvo lugar antes del burofax de Leo Messi anunciando su intención de abandonar el Barcelona, lo que hace suponer que el rol del ex colchonero aún sería más relevante si finalmente se confirmara la marcha del argentino.

A pesar de que Griezmann fue suplente en diferentes partidos clave del final de temporada, como en el 2-8 ante el Bayern de Múnich, Josep Maria Bartomeu, el presidente del club azulgrana, lo declaró como intransferible la semana pasada.

Por otro lado, este nuevo curso el delantero francés recuperará su dorsal en el Atlético y en la selección francesa: el 7. La temporada pasada lució el 17 porque cuando fichó por el Barcelona Coutinho aún era el propietario del mismo.

 

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