Violento final para un operativo por la venta ambulante

Vendedores atacaron a agentes municipales y a los vehículos oficiales. Participaban funcionarios de distintos organismos

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En el contexto de la política municipal para terminar con la venta ambulante que gana cada vez más espacios y más calles en la Ciudad, se produjo ayer un enfrentamiento verbal, con amenazas de golpes a los inspectores de Control Ciudadano y patadas y trompadas a los vehículos de la repartición comunal por parte de quienes practican la actividad -ilegal- en la vía pública.

Lo curioso es que los incidentes tuvieron como escenario la entrada de la Dirección de Migraciones, en 1 y 44, donde el Municipio desplegó en forma conjunta con esa dependencia, veedores de la dirección de Derechos Humanos, el Ministerio de Justicia y la Defensoría del Pueblo de la Provincia un operativo por la venta ambulante.

Todo sucedió al tiempo que se desarrolla una mesa de trabajo en conjunto entre los tres niveles de gobierno, municipal, provincial y el nacional con el objetivo de encontrar una solución a la venta callejera e ilegal totalmente instalada en La Plata y que crece semana a semana.

Según pudo saberse, los funcionarios intentaron solicitar documentación a los vendedores senegaleses que se hallaban en el lugar. Un par del grupo de ambulantes reaccionó de manera agresiva; se les fueron a las manos a los agentes de Control Ciudadano, y como fueron frenados por sus compañeros y otros efectivos presentes atacaron los móviles, dos de los cuales recibieron más de una abolladura producto de los golpes. Durante el operativo se había dispuesto una política de control de común acuerdo con la Mesa de Trabajo de los tres gobiernos.

“La idea era identificar a los vendedores y que ellos puedan mostrar y validar la documentación que poseen, propia y de la mercadería que están comercializando”, contó una fuente consultada por este medio que participó de la reunión.

Años lleva la lucha contra la venta ambulante en nuestra ciudad. Motivo de reclamos permanentes por parte de los comerciantes instalados de forma legal, en sus locales, propios o alquilados, y afrontando las tasas municipales y las cargas impositivas provinciales y nacionales con un costo significativo, hace tiempo que las cámaras que los nuclean dan pelea para que sean erradicados de la Ciudad. Y, en rigor, los puestos callejeros no hacen más que crecer.

 

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