Descubren varios aguantaderos cerca de un centro cultural afectado por los robos

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“Ya perdimos la cuenta de las veces que nos entraron a robar”, habían dicho en Casa Abierta, un centro cultural que está enclavado en la calle 45 entre 115 y las vías del tren, una zona denunciada como un verdadero “triángulo de las bermudas”, en el que pasan situaciones inexplicables.

Una de ellas, es la confluencia de las jurisdicciones Bonaerense y Federal, por el entramado ferroviario. Y como suele suceder, “ninguna de las dos aporta soluciones”, se quejan desde la entidad.

“El paredón y las vías es siempre -igual que ahora- el punto de acceso y el de fuga. La Bonaerense no tiene allí jurisdicción. Y la Federal, que sí la tiene, no tiene gente. Se hace todo muy difícil”, agregaron.

En las últimas horas, se descubrió la existencia de varios aguantaderos o cuevas debajo de unas plantas que hay en el lugar.

Allí encontraron colchones y otras pertenencias, que utiliza la gente que suele ocultarse, se presume, antes o después de cada ataque.

Es por eso que ahora van a exigir su limpieza, mejor iluminación y más seguridad para prevenir nuevos episodios delictivos.

“Hay un asentamiento que está avanzando desde 122. Eso lo consideramos muy preocupante”, expresaron voceros cercanos a la investigación de los robos.

“Qué complicado se hace todo. Cada vez que tomamos impulso y pensamos en volver a hacer algo en pos de la comunidad, nos vuelven a golpear en el lomo”, concluyeron desde Casa Abierta.

 

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