Demasiado lejos de la imagen sólida que fue el sello del Ruso

Zielinski reaccionó temprano haciendo los cambios, pero el bajón es notorio y viene de arrastre. Zapiola fue valiente y muchos lo piden de titular

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Por MARTÍN MENDINUETA

@firmamendinueta

La sacó barata. El León del Ruso ha extraviado varias de las virtudes que tanto entusiasmaron a sus hinchas y últimamente todo le cuesta mucho.

Así como Defensa y Justicia le hizo daño con su elogiable apuesta de precisión en velocidad, el flamante Atlático Tucumán del “Cholo” Guiñazú lo enloqueció jugando simple, con determinación y aprovechando los espacios que supo generar a la espalda de los zagueros albirrojos. Otra vez, el primer tiempo mostró la peor cara del Pincha. La dinámica y convicción del huésped norteño para jugar en todos los sectores, desnudó la impotencia albirroja.

PERCIBIÓ EL DISCONFORMISMO Y, RÁPIDO, HIZO BIEN LOS CAMBIOS

Mientras observa y da indicaciones, Zielinski también escucha el murmullo popular. Así percibió con nitidez que Jaime Ayoví y Juan Sánchez Miño no debían salir a jugar el segundo tiempo. También decidió sacar a Matías Pellegrini, aunque de ningún modo ingresa en el escalón de cierto hartazgo popular.

Las modificaciones le dieron otro vigor al limitado modo de atacar, pero atrás siguió sufriendo. Cuando se adelantan los zagueros, cada vez que Rogel y Noguera salen de la “cueva”, Estudiantes siente que camina con los ojos vendados por una angosta cornisa.

La combinación de enjundia e inteligencia para tocar y picar al vacío de los tucumanos llevó a Estudiantes a quedar muy cerca de la derrota. La visita desperdició un par de oportunidades muy claras para ampliar la ventaja que tenía.

Da la impresión de que los rivales tienen cada vez más claro cómo deben jugar ante el León. Le “sacaron la ficha”.

Sin dudas, Guiñazú le transmitió a sus dirigidos una fiereza que no venían mostrando, pero también supieron manejar la pelota y, por eso, dominaron durante tramos muy largos.

HACE RATO QUE VIENE PERDIENDO LA SOLIDEZ QUE LO DISTINGUIÓ

Los cuatro empates consecutivos en condición de local marcan un bajón con arrastre. Ayer no perdió mereciéndolo.

El empuje y la vergüenza para ir a torcer la historia fue su mejor atributo. Aquello de defender bien se está transformando en una imagen lejana. En el mediocampo no hay corte ni generación, y así la estructura tambalea en su totalidad.

En los cambios de esta semana no debieran faltar las salidas de Sánchez Miño y de Ayoví del once titular.

El único delantero que hoy nadie discute es Gustavo Del Prete. ¿Acaso no llegó el momento de poner como titular a Franco Zapiola?

Estudiantes necesita repasar qué es lo que pretende y cómo quiere llevarlo a cabo. No es casual que acumule tantas fechas sin ganar. La campaña sigue siendo buena, pero el declive es notorio. Jugando así, sólo siembra dudas.

 

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