Al perder solidez y confianza, su futuro es sinónimo de duda

El equipo no es un desastre, pero ha extraviado parte de los rasgos que lo hacían uno de los bravos. Al no ganar, la imagen del Ruso se debilita

Edición Impresa

Por MARTÍN MENDINUETA

@firmamendinueta

Es tan difícil calibrar cuánto ha bajado el nivel de rendimiento de Estudiantes, como precisar los genuinos motivos que lo han empujado a este escenario de notorio declive.

¿Por qué hace tanto que no gana? Porque no esta jugando bien. ¿Por qué perdió solidez en defensa y equilibrio en el medio? ¿A dónde fue a parar la efectividad tan elogiada meses atrás del rombo que conforman Andújar, Rogel, Noguera y el “Corcho” Rodríguez?

Da la sensación de que todo Estudiantes ha ingresado en una etapa amarga que le abre la puerta a las dudas, y dispara lógicas miradas críticas.

La línea de cinco (porque no es de tres) defensores parece haber llegado para quedarse. Tener a uno detrás de los zagueros es lo que impone este momento flaco de confianza. A un puñado de días de la llegada del mejor equipo del país, no sería recomendable regresar al sistema que se abandonó por trepar a un alto nivel de sufrimiento.

UNA COSA ES LLEVARLO DE A POCO, Y OTRA, PONERLO SÓLO DIEZ MINUTOS

Durante toda la previa del viaje a Santa Fe se debatió si el Ruso hacía bien o no en “llevar de a poco” (así lo declaró) a Franco Zapiola. Posturas al margen, Zielinski se equivocó en esperar tanto para ponerlo ayer. Un minuto después del segundo gol de Colón, el pibe tendría que haber ingresado. Y no a los 35, cuando la búsqueda del empate estaba ingresando en zona de milagro. Una cosa es no apurarlo y otra, tan distinta como errada, es darle un crédito de diez minutos para que modifique un panorama adverso.

Antes, un mes y medio atrás, el Ruso podía atacar a los tirones, sin brillo, escaso de complicidades creativas, jugando a la segunda pelota y forzando el error del rival de turno, porque era difícil que le convirtieran. Ahora, cuando todos se le animan y le están haciendo daño, no tener al menos una de las tres líneas fuerte y confiable hace que el ciclo se vea infectado por la desconfianza.

PREGUNTA PARA UN CONCURSO: ¿QUIÉN ES EL 9 DE ESTUDIANTES?

Claramente, no hay un titular permanente; ni mucho menos indiscutido. La rotación es permanente y cada hincha tiene su favorito, aunque admitiendo que la lucha está nivelada hacia abajo.

A FALTA DE UN ENGANCHE...¿HAY QUE SOSTENER A SÁNCHEZ MIÑO?

El mediocampista más fino es, al mismo tiempo, uno de los más castigados por los hinchas. ¿No habrá llegado el momento de darle ese puesto a Zapiola?

El Pincha perdió ante el campeón reinante sin haber sido un desastre. El tema es que asomaría como un ejercicio peligroso si se quedara conforme con lo hecho ante el Sabalero.

Quizás se imponga la necesidad de volver a ser especialista en alguna faceta del juego. Tendrá que elegir, y hay una que hasta hace poco le salía bastante bien.

Todos los técnicos necesitan no estar mucho tiempo sin ganar. El Ruso lleva seis sin conseguirlo. Algunas alarmas se han encendido. Por su futuro, el próximo domingo, aunque sea River, al menos, no debe perder.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE