Asfixiados por el delito: dos jubilados la pasaron mal en Los Hornos

Un hombre de 83 años y, su esposa de 73, fueron brutalmente maltratados física y verbalmente en su casa de Los Hornos, durante más de una hora, por tres delincuentes, que los despertaron en las primeras horas de ayer para asaltarlos.

El violento episodio de inseguridad transcurrió en 136 entre 69 y 70, cuando la banda ingresó al domicilio -a las 5 de la mañana- a través de la claraboya del baño, según lo informado por la Policía y confirmado por las víctimas.

Al cierre de esta edición, los responsables del atraco permanecían prófugos y eran buscados por todos lados.

“LA PASAMOS MUY MAL”

En la tarde de ayer, este diario fue a la vivienda de la pareja de jubilados que vivió una odisea por el violento accionar de tres delincuentes armados.

Y fue una de la víctimas, María Isabel Attara (73), quien, acompañada por familiares, se encargó de relatar a EL DIA el lamentable episodio vivido.

“Estábamos durmiendo con mi marido (Egidio Ciancio, de 83 años) cuando a las 5 de la mañana nos despertaron los ladrones, que después de meterse en casa por la claraboya del baño, fueron a nuestra habitación, nos prendieron las luces y nos despertaron para decirnos que se trataba de un asalto”, citó inicialmente la mujer.

Desde el vamos, los ladrones dejaron en claro que no tendrían piedad con sus víctimas, pese a su avanzada edad.

“A mi marido lo ataron de pies y manos y lo pusieron boca abajo en la cama. Y a mí, uno de ellos me agarró de los pelos con fuerza y después me amordazaron con un trapo”, reveló María Isabel.

Pero en su afán de interrogarla para saber dónde guardaban dinero, el asaltante, sin escrúpulo alguno, apeló a la bajeza de colmarla de miedo mediante un recurso de tormento.

En tal sentido, la señora mencionó que el asaltante “agarró una chalina y me quiso ahorcar. Todo para que le dijera dónde estaba la plata”.

“La pasamos muy mal con mi esposo”, reflexionó después, con una hija suya al lado.

La banda, inclusive, mantuvo al matrimonio en distintos dormitorios.

“A mi marido lo dejaron atado en la cama nuestra y a mí me llevaron e hicieron sentar en un sillón en la otra pieza, que también revisaron y desordenaron muchísimo”, explicó María Isabel.

Consultada sobre las pertenencias que les quitaron, informó que “nos robaron 40.000 pesos, que en su mayoría era plata que nos dio nuestra hija para ayudarnos con algunos gastos. También nos llevaron dos celulares, una máquina de cortar pelo y mi cartera, donde tenía toda mi documentación y que pude recuperar gracias a que la encontró una pareja en la zona de 155 y 49, que después se vino en una moto”.

Los delincuentes, además, amagaron con robar también el auto de la pareja. Pidieron la llave, pero al final cuando se iban, después de estar acá más de una hora, la tiraron en la vereda de casa”.

Asimismo, María Isabel recordó otro hecho de inseguridad que atravesó junto a su esposo, en ese mismo domicilio.

“Fue hace 3 años, un 25 de mayo, cuando también actuaron tres ladrones. Esa vez, estaban escondidos en el fondo de casa. Y cuando mi marido salió a sacar el perro, lo obligaron a entrar con ellos”, reflejó.

“En aquella ocasión, el asalto resultó todavía más bravo, porque nos sacaron dólares, pesos, anillos y relojes. A mí me tiraron al piso y tuve fracturas. Hasta uno dijo que volverían”.

El matrimonio de jubilados ya había padecido otro ataque delictivo hace tres años

María Isabel Attara contó que la mayor parte de los $ 40 mil robados, se los dio su hija “para gastos”