Los que criticaban al Loco Díaz sonríen y no paran de aplaudir
Edición Impresa | 28 de Noviembre de 2021 | 04:53

Por MARTÍN MENDINUETA
Justo antes de la tan especial excursión al Bosque, Estudiantes volvió a mostrarse sólido y voraz como en los mejores momentos de este ciclo que tiene prolongación confirmada.
Sus hinchas llegaron cantando a UNO, y se fueron de la misma manera porque quienes los representaron en el campo supieron imponerse con justicia. Dominando en gran parte de la pulseada, los albirrojos le hicieron sentir al huésped la típica incomodidad de una fuerte localía.
Con lo bien que se acomodó en la tabla, el sueño de regresar a la Copa más seductora, que últimamente dominan los brasileños, está bastante bien encaminado. Lo que empezó siendo una jornada un tanto alterada por la sorpresiva ausencia del aplomado juvenil Kociubinski, finalizó en un concierto de aplausos distendidos. A un puñado de días del partido que espera el historial de la ciudad, Estudiantes se fue a dormir tarareando su optimismo.
ZAPIOLA FUE TITULAR A ÚLTIMA HORA Y MODIFICÓ LA IDENTIDAD DEL MEDIO
Con mucho ímpetu, envalentonado por lo que había hecho en Mendoza y, también, por el griterío de una multitud muy ilusionada, el León del Ruso, rápido, quiso irse encima de un rival bien plantado.
Verlo desde la planilla titular más ofensivo, entusiasmó todavía más a los fieles. Podría haber convertido en el zurdazo de Matías Pellegrini, en el medido cabezazo de Noguera, que rebotó en el travesaño, o en la corrida de Leandro Díaz, que obligó a un esfuerzo de Hoyos. Pero debió tener paciencia.
Pellegrino miraba como, despacito, Zapiola crecía y sus muchachos se veían superados. Especialmente por la banda izquierda, donde Nicolás Pasquini se mostró suelto, confiado y positivo en sus intervenciones.
EL QUE PARA MUCHOS NO PODÍA JUGAR ESTÁ CADA VEZ MÁS BRAVO
Sintiéndose seguro y confiado, el Loco crece en su prestación. No debe ser fácil marcarlo. Su potencia impresiona a propios e intimida a extraños. La forma en que ejecutó el penal (gracias al línea dos Lamolina enmendó su error inicial) desnuda la enorme fortaleza de su autoestima. Está agrandado en el mejor sentido del término. Ya no se debate si está bien o no que sea el hombre referencial del ataque. Tenerlo en cancha es garantía de que siempre intentará, hasta las últimas consecuencias, llegar al gol.
La tercera victoria consecutiva eleva a Estudiantes a un status anímico ideal. Quinto en las posiciones y habiendo recuperado las formas de su postura colectiva habitual, se abraza a la confianza para seguir creyendo que la agenda continental le tiene reservado un lugar de privilegio.
Los matices propios de la competencia han ido modelando la formación base. Ayer regresó Sánchez Miño, aunque parece poco probable que aparezca entre los once iniciales en la gran cita.
Los movimientos finales en el armado del mediocampo se conocerán cerca del pitazo inicial. En cambio, es una fija que ese tucumano grandote y nada tímido para ir por todo en cada pelota, volverá a ser el 9. Se lo ganó en buena ley. Nadie le regaló nada. Algunos se mofaban de sus limitaciones. Hoy esos mismos no paran de sonreir.
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