Barrios cerrados: en la Región crecen las consultas para comprar lotes y casas
Edición Impresa | 14 de Marzo de 2021 | 05:35

Lo que dicen en las inmobiliarias locales sobre el creciente interés para conseguir un terreno fuera del casco tiene un correlato directo con el fenómeno que experimentan por estos días en varios barrios cerrados y clubes de campo de la región, donde sus operadores inmobiliarios coinciden en el aumento de consultas para comprar lotes y casas a partir de la pandemia.
De entrada, todos coinciden en que la llegada de la cuarentena y de las nuevas pautas del teletrabajo impulsaron un renovado interés por vivir en countries o barrios cerrados: el verde, los espacios abiertos, la “distancia social” con los vecinos pasaron a ser de la noche a la mañana detalles mucho más valorizados que antes.
En nuestra ciudad, la dirección de Planeamiento tiene habilitados -es decir con los trámites de aprobación ya finalizados- unos 43 desarrollos privados, de los cuales 13 son clubes de campo -ubicados sobre la ruta 2- y los otros 30 los tradicionales countries más próximos a las urbanizaciones.
“Pero hay muchos otros, más chicos, que están aprobados como propiedad horizontal y no se encuadran dentro de las exigencias que tiene por ejemplo un club de campo”, apunta María Botta, secretaria de Planeamiento Urbano de la Comuna local. Se estima que en La Plata hay unos 100 emprendimientos de este tipo.
“La demanda en los countries viene en aumento del mismo modo que la necedad de encarar una vida fuera del casco urbano”, apunta la funcionaria municipal, para quien la pandemia vino a profundizar “un concepto que ya se venía aplicando pero que ahora se potenció mucho más. También, creo, nos hizo entender la importancia de descentralizar las ciudades”.
Si bien en un principio se observó que en estos barrios cerrados la tendencia apuntaba básicamente a conseguir una vivienda temporaria -sobre todo cuando la cuarentena amagó con flexibilizarse pero seguir por varios meses-, los propios corredores inmobiliarios y desarrolladores coinciden en que ya no es solo para el corto plazo.
Para Daniel Silva, CEO de la desarrolladora Metrospaces, en el sector inmobiliario la pandemia del coronavirus dejará algunos ganadores y perdedores. Entre los ganadores, se ubicaran los countries, los departamentos de más metros cuadrados y el sector de logística, por el aumento del comercio electrónico. Mientras que los menos favorecidos serán las oficinas y los departamentos pequeños con grandes espacios de amenities. La multiplicación de carteles de “en venta” o “en alquiler” que puede verse en los edificios platenses es una prueba de ello.
“El home office llegó para quedarse. Antes de la pandemia, 99 de cada 100 inversores optaban por unidades chicas con grandes espacios de amenities, pero eso no funciona ahora. Todo esto es una revolución en el real estate. La vuelta a los espacios abiertas y distancia con el vecino”, remarcó Silva. Sin embargo, no cree que los precios de los lotes y casas en los barrios cerrados y countries incrementen sus precios por el contexto económico general y que serán más exitosas las opciones de venta en pesos con financiamiento.
Desde Estevez Consultores Inmobiliarios, su responsable Javier Estevez señala que “las primeras dos semanas del aislamiento fueron semanas con nula actividad. A medida que fue pasando el tiempo comenzamos a notar primero un interés por casas en alquiler y luego tuvimos un incremento importante en las consultas por lotes en los barrios cerrados en donde ya es posible construir. El interés en alquilar una casa lo asociamos a la situación de aislamiento por la pandemia. Hay gente que nos ha planteado la necesidad de ganar acceso al verde. Y el interés por lotes aptos para construir lo asociamos con la suba del valor del dólar que se traduce en una oportunidad, aprovechando la importante baja en el costo de construcción”.
De acuerdo a la zona, hay lotes para construir desde 30 mil dólares -sobre todo los lotes perimetrales o internos- y 50 mil. En casas, existen oportunidades desde USD 200.000, pero depende siempre de la ubicación y el tipo de construcción. Las expensas, si bien hay excepciones, casi nunca bajan de los 10 mil pesos.
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Para quienes analizan el tema, las claves son la cercanía -estar fuera del casco pero no a más de una hora de viaje-, los buenos accesos, la conectividad a Internet y la seguridad. También que se trate de comunidades “autosuficientes”, donde se encuentren todos los servicios, desde bancos a locales comerciales e incluso lugares de coworking.
“En la periferia tenemos que trabajar para que puedan convivir los barrios privados con los barrios abiertos -asegura Botta-. No podemos pensarlos ya como zonas rodeadas por muros totalmente ajenas a su entorno. Tenemos que tener en cuenta que el partido de La Plata creció tanto en las últimas décadas que ya no podemos pensar el casco como lo pensábamos medio siglo atrás. A diferencia de lo que se hacía antes, hoy no podemos planificar los terrenos periféricos del gran La Plata con la concepción que traemos del casco. Por ejemplo: una manzana en la cuadrícula urbana es una micromanzana en la periferia. No podemos transpolar el concepto del casco a la periferia sino pensar en la nueva realidad que se nos plantea”.
Quienes eligen la opción de vivir en un barrio cerrado son, en su mayoría, familias jóvenes con hijos chicos en busca de verde, colegios y, como se dijo, una buena conexión a Internet, dado que estiman que en la nueva normalidad seguirán trabajando desde sus casas, por lo menos algunos días de la semana.
Por lo general, se apunta, compran terrenos de hasta 60 mil dólares para hacerse una casa de 150 metros cuadrados por una inversión total de entre 120 y 150 mil dólares. Parejas de entre 30 y 45 años que tienen por lo menos un hijo y quieren criarlo en un ambiente distinto, abierto y con la posibilidad, por ejemplo, de que pueda andar en bicicleta fuera de casa.
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