La expresidenta Áñez pasará 4 meses en una cárcel

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LA PAZ

La detención de la expresidenta interina de Bolivia, la derechista Jeanine Áñez, por el supuesto golpe de Estado contra el exmandatario izquierdista Evo Morales en 2019 reavivó la tensión política en el país con llamados a protestas en la capital económica y bastión de la oposición, una situación por la que tanto EE UU como la ONU y la Unión Europea expresaron preocupación.

Dirigentes opositores convocaron a manifestaciones contra la captura de Áñez, presidenta transitoria (2019-2020), y dos de sus ministros en la ciudad de Santa Cruz, situada 900 km al este de La Paz.

Stello Cochamanidi, segundo vicepresidente del Comité Cívico de Santa Cruz, un poderoso conglomerado civil-empresarial de derecha que nació en la región más próspera de Bolivia, dijo que esperan una gran afluencia en una concentración en la plaza Cristo Redentor, lugar emblemático del movimiento derechista.

Los opositores se organizan contra la decisión de una jueza que, a pedido de la Fiscalía, estableció cuatro meses de cárcel para Áñez, hasta que el Ministerio Público acumule pruebas para sustentar lo que consideran como golpe de Estado contra Morales en diciembre de 2019.

La oposición considera que la Justicia se ha supeditado al gobierno del izquierdista Luis Arce, delfín de Morales.

Áñez, de 53 años, fue detenida el sábado en la ciudad de Trinidad, capital del departamento amazónico del Beni (noreste) y ayer fue encarcelada en una prisión de La Paz. El encarcelamiento de Áñez y sus dos ministros Álvaro Coímbra y Rodrigo Guzmán causó malestar interno y preocupación internacional. (AFP)

 

 

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