Pesadilla en San Carlos: ladrones le quiebran un brazo y la torturan junto con su nieta
Edición Impresa | 26 de Marzo de 2021 | 02:48

La violencia extrema volvió a transformarse en protagonista en un hecho de inseguridad demostrando que los ladrones no conocen de límites cuando se trata de cumplir con su cometido. Sin importar la edad, el género ni las condiciones de salud de la víctima, dos individuos avanzaron de forma despiadada contra una vecina de San Carlos provocándole severas heridas y sumiéndola en un profundo estado de shock y temor. “Todo”, en palabras de la propia damnificada, “para terminar llevándose tres pares de zapatillas y tres celulares viejos”.
La víctima, cuya vivienda se encuentra en 140 y 527, contó a este diario que el hecho tuvo lugar ayer, a la 1 de la madrugada cuando se encontraba descansando. “Estaba durmiendo cuando de pronto sentí que abrían la puerta. Pensé que era mi nieta la que estaba entrando así que me quedé en la cama. Creo que le estaba diciendo que no hiciera mucho ruido cuando la luz se encendió. Abrí los ojos y tenía dos tipos en la pieza, uno por los pies de la cama y el otro al costado”, señaló Teresa, la damnificada.
Según precisó, para neutralizar cualquier intento de pedido de auxilio los malvivientes le mostraron un arma y le advirtieron: “Si gritás, te quemamos”. “Recuerdo que uno estaba con barbijo y había otro, el más malo, que no escondió su cara. Ese mismo fue el que se me tiró encima y me empezó a cachetear. Me dijo ‘Te vendieron vieja, sabemos que hace poco vendiste un auto y que tenés plata”, contó.
Mientras Teresa hacía un esfuerzo sobrehumano para tomar bocanadas de aire ya que tenía al sujeto encima suyo, el restante comenzó a registrar la habitación en busca de dinero. “‘Nene, el auto está afuera, no vendí nada. Mirá por la ventana que está ahí’, le expliqué al muchacho más violento”, revivió Teresa.
Justo en ese momento, la puerta de la casa se volvió a abrir. Esta vez, sí se trataba de su nieta. Si bien la chica de 14 años intentó escapar cuando se dio cuenta de lo que sucedía, los sujetos la redujeron y la ataron a una silla. “Le dijeron que se quedara calladita porque me iban a matar. Mi nieta intentó zafarse y cuando se dieron cuenta le pegaron en las costillas. Cuando me levanté para protegerla, me agarraron a patadas y hasta me mordieron. Yo creo que el tipo estaba más enojado con la persona que le había pasado el dato que conmigo, pero se terminó descargando con nosotras”, precisó.
“No se lo deseo a nadie. Es terrible el miedo que se siente. ¡Ojo! No tengo miedo por mí, sino por mis hijos y nietos”
Teresa Vecina de San Carlos
Con el cúbito izquierdo fracturado, contusiones en el rostro y heridas en el brazo derecho producto de las mordeduras, la mujer hizo su último esfuerzo para que los ladrones se fueran. “Les ofrecí la llave del auto y les pedí que se lo llevaran. Todo con tal de que se terminara la pesadilla. La agarraron y se fueron, pero cuando salí el auto estaba estacionado”, señaló, al tiempo que detalló que en la huida cargaron en sus mochilas tres pares de zapatillas y tres teléfonos celulares.
Cuando los ladrones se fueron, Teresa miró el reloj y se dio cuenta de que desde la entrada de los ladrones había pasado una hora. “Una pesadilla que duró una hora. No se lo deseo a nadie. Es terrible el miedo que se siente después. ¡Ojo! No tengo miedo por mí, sino por mis hijos y nietos”, sostuvo la vecina.
Asaltos a casas de la zona norte
Una familia de City Bell sufrió ayer por la tarde un brutal asalto en su casa ubicada en 23 y 461. Según pudo averiguar este diario, al menos seis sujetos armados perpetraron el atraco utilizando la modalidad conocida en la jerga urbana como “entradera”. Aparentemente, todo sucedió cuando dos vecinas que estaban conversando fueron sorprendidas por dos motochorros a los que se sumaron, luego, otros cuatro delincuentes que se trasladaban en auto.
En tanto, en la zona de Villa Castells se vivió el pasado miércoles una verdadera noche de terror con al menos diez intentos de robos tanto en casas como en la vía pública, según denunciaron los vecinos.
En base al reporte que hicieron a este diario, desde las 23.30 hasta pasadas las 5 de la mañana, sonaron alarmas y sirenas vecinales y los grupos de WhatsApp tuvieron más actividad de lo normal. En sectores como 9 y 500; 6 entre 504 y 505; 502c entre 9 y 10 y 11 y 503, ladrones intentaron por todos los medios meterse en las propiedades pero sus dueños lograron detectar a tiempo las amenazas y neutralizarlas activando alarmas.
“Qué podemos hacer los vecinos. Ya no sabemos cómo manejar esta situación. Es a toda hora. Vivimos con temor y cada día que pasa se agrava más” destacó un frentista.
GOLPE EN EL CLUB SAN JORGE
En la Zona Norte no sólo las casas son un blanco repetido del delito. Los comercios y hasta los clubes también forman parte del espectro de preferencias de los ladrones a la hora de perpetrar sus fechorías. Así lo demuestra el atraco que sufrió el club San Jorge de Villa Elisa.
“Hace poquito habían sacado los cables de iluminación de la cancha de pádel, los arrancaron de un caño. Los cambiamos hace unos diez días y los volvieron a robar este lunes. Además se llevaron un reflector de la cancha de tenis. Un vecino dijo que vio movimientos a las 6 de la tarde. Hay cámaras de vecinos, pero no captaron nada. A nosotros nos atraviesa el arroyo Carnaval y se meten por donde quieren”, indicó Estela, tesorera de la institución situada en 424 esquina 8.
“Ya es insufrible, agotador lo que están haciendo los ladrones. En Villa Elisa, es en todos lados y a toda hora. Entre el año pasado y este robaron más de 10 veces. Lámparas, alambres, lonas, entraron a la portería, al buffet. Tal es la cantidad de robos que decidimos no hacer más la denuncia”, sentenció indignada.
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