Pese a un ataque con cohetes a una base militar, el Papa viaja a Irak

Edición Impresa

BAGDAD

Al menos diez cohetes alcanzaron ayer una base en la que hay desplegados soldados de EE UU en Irak y provocaron la muerte, por crisis cardíaca, de un contratista estadounidense, dos días antes de la histórica visita del papa Francisco.

Esta agresión, la última de varias del mismo tipo perpetradas en las últimas semanas, muestra la dificultad logística que supone organizar la visita del Papa a Irak.

“Pasado mañana, Dios mediante, iré a Irak para una peregrinación de tres días”, declaró a pesar de todo el pontífice, de 84 años. “Hace mucho tiempo que quiero encontrarme con ese pueblo que ha sufrido tanto”, agregó Francisco durante su audiencia semanal.

El pontífice quiere llevar su cercanía a los cristianos, brutalmente perseguidos desde hace años en ese país de 40 millones de habitantes, y sobre todo durante la invasión de los terroristas del Estado Islámico (ISIS).

EE UU, que tiene unos 2.500 soldados desplegados en Irak en el marco de la lucha antiyihadista, suele acusar a las facciones armadas iraquíes pro-Irán de ese tipo de ataques. El de ayer no fue reivindicado.

De los diez proyectiles lanzados contra la base de Ain Al Asad (oeste), varios cayeron dentro de la sección en la que hay tropas y drones estadounidenses de la coalición internacional contra el ISIS.

Durante su visita, que empieza mañana viernes en Bagdad, Francisco no podrá mezclarse entre la gente ni disfrutar del contacto directo con los fieles, por razones de seguridad y también por precaución debido a la pandemia. Irak vive una segunda ola de COVID-19, y ayer registró más de 5.100 nuevos casos. (AFP)

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE