El mundo del rugby llora la muerte de Pochola Silva
Edición Impresa | 18 de Mayo de 2021 | 03:11

La noticia se veía venir por el agravamiento en los últimos días de su cuadro general de salud, y finalmente ayer, su enorme corazón, dijo basta. Murió Héctor Pochola Silva y con él no solamente se va una de las personalidades más importantes que haya dado el deporte de nuestra ciudad, sino de todo el deporte argentino. El ex capitán de Los Pumas deja tras de sí un legado enorme y una forma de ver la vida que hizo escuela y conmocionó a todos los que, de alguna u otra forma, tuvieron relación con él.
Silva tenía 76 años (10/09/1944) y estaba contagiado de COVID-19, por lo que estuvo internado en la clínica Ipensa de nuestra ciudad hasta el día de ayer que se produjo su trágica desaparición física. Los primeros indicios de lo que había sucedido, empezaron a correr a la media mañana de ayer y una vez que se confirmó una catarata de sentidos homenajes se dieron a lo largo y lo ancho del país. Ya hacía varios días que una enorme cadena de oración, rezaba por la salud del ex capitán del club de rugby y de Los Pumas. Justamente la camiseta que vistió entre 1965 y 1980 y de la cual hizo una verdadera bandera del deporte ovalado que trascendió los límites de nuestro país.
Reconocido por propios y extraños como uno de los mejores tercera líneas de todos los tiempos, Silva además fue entrenador del seleccionado argentino de rugby en el primer mundial de la especialidad (Nueva Zelanda 1987) y dirigente de la UAR. De profesión veterinario, fue también durante muchísimo tiempo, director de carreras del Hipódromo de nuestra ciudad y los Grandes Premios Dardo Rocha, eran también parte de su pasión por los caballos. Pasión que trasladó también hacia la localidad de Rauch (dónde él y su familia tienen un campo), lugar que también ayer se vio profundamente conmocionado por la triste noticia.
Pochola debutó en la primera de Los Tilos con solamente 15 años, fue pincha de corazón y fue además uno de los próceres de la ovalada que, en la gira de 1965 por Sudáfrica con el seleccionado argentino, el 19 de junio de ese año vencieron en el mítico Ellis Park de Johannesburgo a los Juniors Springboks. Desde esa fecha al día de hoy, todos los 19/06, se celebra el “Día del Rugbier argentino” y los integrantes de ese glorioso grupo se reunieron año a año, para que el legado permaneciese intacto. En esa gira del ’65, Pochola jugó 14 de los 16 partidos, dónde apoyó cinco tries y se ganó la admiración de la prensa sudafricana, que hasta lo consideró un Springbok, con todo lo que eso significaba para una nación en la que el rugby es religión al igual que en Nueva Zelanda.
En el año 1968, “Pocho” o “Pocha” que es como lo decían sus amigos (y en particular ese grupo de WhatsApp que tenía con los ex Pumas del ’65), fue nombrado capitán de la selección nacional de rugby, cargó que llevó hasta el año 1972, temporada en la que por haber hecho una publicidad, la ultra amateur Unión Argentina de Rugby de ese momento lo suspendió indefinidamente, justo en la plenitud de su carrera deportiva, en lo que fue sin dudas una de las actitudes más inentendibles de la casa rectora del deporte ovalado a nivel nacional. Lo cierto es que Silva nunca vio ese ese dinero, porque de entrada lo había donado a Los Tilos, que lo utilizó para construir la pileta del club en 21 y 522. Pero las vueltas de la vida y un cambio rotundo en las políticas de la UAR, le permitieron volver a vestir la camiseta celeste y blanca para poder despedirse como él quería: dentro de una cancha. Pochola Silva pasó a la eternidad y ya ocupa un lugar en el Panteón de las grandes figuras del deporte nacional. La ovalada y el Barrio Obrero ya lo están extrañando.
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