Fue una persona extraordinaria y un jugador excepcional

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Por MIGUEL IGNOMIRIELLO (*)

Como primera medida quiero saludar a la numerosa familia de Carlos Timoteo Griguol. Y digo numerosa porque tuve amistad personal con casi todos ellos, aunque la más profunda fue con él.

Cuando era entrenador de Rosario Central lo tuve tres veces como jugador. Fue en aquellos años 1967, 68 y 69. Era una persona excepcional y un tremendo jugador, muy inteligente. No me sorprendió en nada que años después fuera el entrenador que fue. En esos años me ayudó enormemente en la formación, en esa etapa de juveniles como Ramón Quiroga, Pascutini, los hermanos Killer, Ramoncito Boveda, Castronovo, Pellegrini, Landucci, Solari, Fanessi...

En su carácter de excelente profesional, diría más: ejemplar profesional, fue líder del plantel campeón que está por cumplir 50 años. Rosario Central fue el primer equipo del Interior en salir campeón y mucho tuvo que ver Carlos, que había estado hasta hacía dos años en el club y fue clave con su aporte cuando fue técnico interino para ensamblar a los jugadores de experiencia con los juveniles.

Fue un ejemplo siempre como jugador: era el primero en llegar y el último en irse. Nunca tuvo problemas con nadie, pero ni de esos momentos de calentura. Fue una persona íntegra, de verdad. Por eso ahora no puedo dejar de reconocer esas virtudes.

 

(*) Ex DT de Rosario Central

 

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