Si la meta es ser protagonista, Gimnasia tiene que encontrar sí o sí un nueve que aporte gol
Edición Impresa | 1 de Junio de 2021 | 03:42
Por MARTÍN MENDINUETA
Gimnasia y sus directores técnicos están unidos por la necesidad de hacer las cosas bien. Puede parecer una miraba básica, pero es absolutamente real. Ninguna de las partes puede darse el lujo de fallar; ahora, en el mercado de pases, y mucho menos en el momento de volver a competir.
Desde el fallecimiento de Diego Maradona, el fútbol tripero ingresó en una montaña rusa de emociones fuertes teñidas por el dolor que generó semejante impacto.
No perdamos de vista que la presente etapa de trabajo comandada por Mariano Messera y Leandro Martini pareció en su inicio un interinato más. Había que “salir al toro”, como dicen los artistas en la jerga del teatro. Había que cubrir el imprevisto dando la mejor respuesta. Y después se vería cómo podía seguir la película.
Habiendo partido definitivamente el “Diez”, y renunciado inmediatamente después quien estaba asumiendo el peso real de la conducción del equipo, no hubo tiempo ni energía para proyectar el futuro.
Aquella noche de luto y victoria en Liniers, con el cabezazo de Maximiliano Coronel y sin que NADIE lo vislumbrara, empezó una etapa tan positiva como esperanzadora.
Mientras algunos pensaban en lo complicado que sería encontrar a los reemplazantes de Maradona y de Sebastián Méndez, ellos, los que todos conocían y valoraban como buena gente del club, se pararon en la ronda de Estancia Chica delante del grupo. La pura verdad es que NADIE les asignaba posibilidades de convertirse en lo que hoy son. Utilizaron su propio manual de estilo... Tuvieron la hermosa osadía de confiar en ellos mismos y mal no les ha ido.
Desde el grito y los llantos en el vestuario visitante de Vélez, hasta el final de ese convulsionado almanaque 2020, lograron sacar lo mejor del equipo. En ese lapso, Gimnasia jugó un fútbol fresco, dinámico y ambicioso como hacía mucho no ocurría. Vaya paradoja: En el peor momento anímico del plantel, afloró un rendimiento que sólo generó satisfacción.
CUANDO LOS RATIFICARON, ALGUNAS COSAS CAMBIARON
Era inevitable que así ocurriera. En Desde que los oficializaron como entrenadores del primer equipo, la exigencia evaluadora creció. Siguen siendo los mismos buenos muchachos que se identifican ciento por ciento con la idiosincrasia de la institución, pero tendrán que ganar como se le pide a cualquier cuerpo técnico.
Por eso es tan importante esta etapa sin partidos. Hoy, cuando no hay penales a favor ni en contra, lesiones ni quejas por los cambios realizados, es vital no equivocarse en las decisiones a tomar.
Ahora, no se debe fallar. Hay que meter los goles que se van a festejar en los próximos meses
Ahora, hay que meter los goles que se festejarán durante los próximos meses. Este es el momento preciso en el cual hay que mostrar conocimiento, lucidez y atrevimiento como para retocar la plantilla de acuerdo a lo que realmente se necesita.
Gimnasia se salvó del descenso por la pandemia. Sería poco perspicaz si no demostrara que ya aprendió la lección de haber convivido con la angustia y el miedo a perder su lugar en la máxima categoría.
Durante el último verano, por el inusitado contexto que instaló la situación sanitaria y, además, por la ausencia confirmada de descensos hasta diciembre de 2022, el club se permitió afrontar el semestre que acaba de finalizar con un plantel escasamente mejorado. Y los resultados no fueron los deseados.
De aquí al inicio del próximo campeonato, tendrá tiempo como para encarar una reestructuración apropiada.
A Gimnasia le falta gol. No tiene “poder de fuego” en el área rival y dicha carencia debe superarla a la brevedad. Si realmente el objetivo es presentar una formación capaz de ser protagonista en los primeros ocho o diez puestos de la tabla, tendrá que encontrar, sí o sí, un número nueve que haga festejar con alaridos a sus hinchas.
Si llegara el Pulga Rodríguez (ayer ejecutó el penal con enorme solvencia), la gente estará conforme e ilusionada. Necesita un delantero de ese calibre, que llegue, se ponga la camiseta y facture.
DIRECTIVOS Y CUERPO TÉCNICO QUERRÁN CUIDAR SU IMAGEN
Si los refuerzos no llegan en la cantidad ni con la calidad esperada, la comisión directiva escuchará, una vez más, ácidos reproches. En cambio, si las incorporaciones conforman a la mayoría y el equipo no obtiene buenos resultados, serán Messera y Martini los que volverán a pisar sobre una cuerda floja.
Ambas partes se necesitan y, más allá de querer cuidar su imagen, debieran darse cuenta de que son diferentes caras de la misma moneda.
El torneo que se aproxima perderá los ribetes contemplativos que tuvo el anterior. Las presiones estarán a la orden del día y ningún hincha del Lobo querrá transitar momentos estresantes.
Gimnasia ya tiene una identidad de juego respetable y valorada por propios y extraños. Sabe a qué juega; aunque también es cierto que con la misma matriz terminó dejando una imagen endeble y nada agradable en la abultada caída de la última fecha ante los dirigidos por Mauricio Pellegrino.
Profundizar el modelo creativo de tres cuartos de cancha, ganar solidez en la defensa y sumar jerarquía en el ataque, son los rasgos principales de lo que debiera perseguir como meta en este lapso crucial.
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