Nada nuevo en el fútbol, el “cielo” y el “infierno” están a un solo paso

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Por WALTER EPÍSCOPO

wepiscopo@eldia.com

En nombre del fútbol hay tantos refranes... Tal vez el más justo sea, “ni fenómenos cuando ganamos, ni desastres cuando perdemos”, que popularizó por las diagonales el recordado Gordo Garisto, quien supo dirigir a Gimnasia y Estudiantes en las décadas del `80 y `90. Ayer la bronca seguía en los hinchas del Lobo por la inexplicable derrota ante Defensa y Justicia. Increíble por la forma, tras ir ganando 2 a 0, cuando el rival había hecho poco.

Los goles albiazules parecieron despertar a un rival que ataca y ataca. Los cambios a Beccacece le dieron resultado.

Mientras tanto, la dupla tal vez pecó de no saber defenderse. Algún técnico hubiese puesto dos defensores o hubiese puesto el “micro” adelante del arco. Messera y Martini eligieron poner a Alemán para tener la pelota, a Leyes por el lesionado Mancilla; después a Cecchini por Insaurralde, y Ramírez para tener velocidad arriba.

Después, que los ingresos no rindieran dentro de lo esperado, es otra cosa; y los inexplicables e infantiles errores propios en los goles locales, también. Cuando aparecen errores de resolución, escapa a cualquier DT. El futbolista dentro de una cancha debe decidir y muchas veces deciden mal.

Ahora bien, eran los mismos jugadores y la misma dupla que en el primer tiempo estaban en Gimnasia que era más que el Halcón; y que hasta los 41 minutos del segundo ganaba 2-1, estaba invicto y puntero junto a otros equipos.

¿Cómo en solo minutos, del 41 al 49 se puede cambiar tanto? Sí, es fútbol, el “cielo” y el “infierno” está a centímetros. Es “la gloria o Devoto”. Pero en el medio debe haber algo, un mínimo análisis.

Defensa lo terminó ganando bien por que lo fue a buscar, y el Lobo no pudo ni supo contener ese aluvión que fue el Halcón en los últimos minutos. Es fútbol, un juego.

Gimnasia tiene mucho por mejorar y corregir, mientras la dupla también espera tener a todo el plantel a disposición.

Más allá de los méritos del local, en los tres goles los jugadores albiazules pudieron hacer algo más. Errores que cuestan caro, de los que cuestan partidos, de los que Gimnasia deberá aprender para que no le vuelva a suceder antes que sea tarde, mientras atraviesa esta etapa de formación.

 

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