Ataques “nobles”: Putin defendió la guerra

Prometió que la ofensiva rusa seguirá hasta que se cumplan sus objetivos de “proteger” a la zona oriental de Ucrania. Por su parte, Biden habló de “genocidio” por primera vez

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KIEV

Vladimir Putin prometió ayer que la ofensiva militar rusa en Ucrania continuará hasta que se cumplan sus objetivos, e insistió en que la campaña se desarrolla según lo previsto, a pesar de haber hecho una retirada ante la dura oposición ucraniana y de que ha sufrido importantes pérdidas.

Las tropas rusas, frustradas en su avance hacia la capital ucraniana, se centran ahora en la región oriental de Donbás, donde Ucrania dice estar investigando una denuncia de que se había lanzado una sustancia venenosa sobre sus tropas en Mariúpol.

Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero con el objetivo, según los funcionarios occidentales, de tomar Kiev, derrocar al gobierno e instalar un régimen favorable a Moscú. En las seis semanas transcurridas desde entonces, el avance terrestre de Rusia se estancó, sus fuerzas perdieron posiblemente miles de combatientes y los militares fueron acusados de matar civiles y de otras atrocidades.

OBJETIVO “NOBLE”

Putin insistió ayer en que su invasión tenía como “noble” objetivo proteger a la población de las zonas orientales de Ucrania, las cuales están bajo control de rebeldes respaldados por Moscú, y “garantizar la propia seguridad de Rusia”.

Dijo que Rusia “no tenía otra opción” más que lanzar una “operación militar especial”, y prometió que “continuará hasta completarla y hasta que se cumplan las tareas que se han fijado”.

Por el momento, las fuerzas de Putin se preparan para emprender una gran ofensiva en el Donbás, donde los separatistas aliados de Rusia han luchado contra las fuerzas ucranianas desde 2014, y donde Rusia ha dado reconocimiento a las declaraciones de independencia de los separatistas. Algunos estrategas militares dicen que los líderes rusos parecen esperar que el apoyo local, la logística y el terreno en la región favorezcan al ejército ruso, más grande y mejor armado, permitiendo potencialmente que sus tropas finalmente cambien la marea a su favor.

En Mariúpol, una ciudad portuaria en el Donbás, un regimiento ucraniano que defiende una siderúrgica afirmó que un avión no tripulado lanzó una sustancia venenosa en la ciudad. Indicó que no hubo heridos graves. La afirmación del Regimiento Azov, un grupo de extrema derecha que ahora forma parte del ejército ucraniano, no pudo ser verificada de forma independiente.

BIDEN HABLÓ DE “GENOCIDIO”

En tanto, el presidente de EE UU, Joe Biden, usó ayer por primera vez la palabra “genocidio” para describir la guerra en Ucrania.

El mandatario hizo ese comentario cuando estaba hablando de los esfuerzos de su Gobierno para frenar el aumento de los precios de las naftas como resultado de la invasión lanzada por Putin en Ucrania.

“Estoy haciendo todo lo que está en mi poder con órdenes ejecutivas para reducir los precios y hacer frente a esa alza de precios provocada por Putin”, dijo Biden en un acto en el estado agrícola de Iowa.

“El presupuesto de sus familias, su habilidad para llenar el tanque, nada de eso debería depender de si un dictador declara la guerra y comete un genocidio en el otro lado del mundo”, añadió el mandatario en referencia a Putin y a Ucrania.

Biden ha arremetido en las últimas semanas contra Putin, al que ha llegado a calificar de “carnicero”, y ha acusado al Kremlin de cometer crímenes de guerra en Ucrania.

La prensa preguntó la semana pasada a Biden si calificaría como genocidio la masacre de Bucha, a las afueras de Kiev y donde han aparecido más de 400 cadáveres de civiles tras la retirada de las tropas rusas. “No, creo que es un crimen de guerra”, contestó entonces el presidente.

Dentro del Gobierno estadounidense existe un proceso burocrático para determinar si se está cometiendo genocidio en un país y no está claro si ese proceso ha concluido o está teniendo lugar.

El Departamento de Estado norteamericano finalizó el mes pasado una investigación formal en la que determinó que las tropas rusas habían cometido crímenes de guerra en Ucrania, una afirmación que puede llevar a enjuiciamientos penales en cortes estadounidenses y a otros procesos a nivel internacional.

El pasado 24 de febrero, el Kremlin ordenó la invasión de Ucrania y, desde entonces, la guerra ha dejado miles de muertos, más de cuatro millones de refugiados y unos siete millones de desplazados internos, de acuerdo con información suministrada por las Naciones Unidas. (AFP y EFE)

 

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