Efemérides

Edición Impresa

6 de abril de 1852

Protocolo de Palermo: el Protocolo de Palermo es un acta rubricada por el Gobernador y Capitán General Justo José de Urquiza en representación de Entre Ríos, que al realizarse en su residencia por ese entonces, Palermo de San Benito, ubicada en lo que hoy sería Avenida del Libertador y Sarmiento, cerca de lo que es el Parque Tres de Febrero en la Ciudad de Buenos Aires, tomándola para sí mismo, luego de derrotar a Rosas en la Batalla de Caseros unos dos meses antes en febrero de este mismo año, y es de esta finca que el tratado tomó su nombre, celebrada dicha acta frente a los gobernadores de Buenos Aires y Corrientes, Don Vicente López por la primera, de manera provisoria, y el General Don Benjamín Virasoro por la mencionada Corrientes y un representante de la provincia de Santa Fe, que sería Don Manuel Leiva. Por la misma se investía a Urquiza como representante en las relaciones exteriores y en los negocios generales de la República.

6 de abril de 2001

Hermanos después de casi medio siglo: en 1955, en un hospital de Ensenada nacían los hermanos mellizos Carlos y Alberto Caminos. Los padres de ambos tenían ya otros tres hijos: Olga Mirta, Alicia Beatriz y Graciela Haydée. Por entonces, su padre, Rodolfo Caminos, trabajaba como operario abastecedor en el Puerto y, pocos meses antes del nacimiento de los mellizos, sufrió un severo accidente -fue golpeado en la cabeza por un guinche- que lo dejó en estado de coma. Fue entonces cuando su esposa, Juana Julia Herrero de Caminos, con su marido agonizante, con tres hijos y dos por venir y una situación económica incómoda, tomaría una determinación que marcaría de por vida a toda su familia: decidió entregar a uno de sus mellizos en adopción. Cuarenta y seis años después, Alberto Federico, que vivía en Suiza, logró atravesar un sinnúmero de barreras que le permitieron rehacer su verdadera historia familiar. Y decidió regresar a su Ensenada natal para reencontrarse con los cuatro hermanos que nunca conoció, con primos, sobrinos, cuñados y sobrinos nietos. “Nosotros nunca supimos de la existencia de Alberto -contó en su momento Olga Mirta Caminos (52), una de sus hermanas biológicas- porque mi madre jamás nos dijo de su nacimiento, era ese un secreto que se llevó a la tumba. Cuando ellos nacieron yo tenía 6 años, y Carlos -el otro mellizo- falleció a los cinco meses de vida. Nosotros siempre entendimos que ése había sido el único nacimiento, porque mi padre, que luego se recuperó de su afección, también guardó el secreto hasta su muerte”.

 

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