Prevención y control de daños
Edición Impresa | 26 de Junio de 2022 | 05:21

“El porro conseguilo de fuentes confiables. Con la cocaína y las pastillas andá de a poco y despacio. Tomá poquito para que ver cómo reacciona tu cuerpo”, explicaba uno de los folletos que se repartió entre los jóvenes que fueron a un festival que se hizo en abril de este año en la ciudad de Castelar, partido Morón. El material era parte de una campaña de la Dirección de Juventudes del municipio diseñado por la Asociación de Reducción de Daños de la Argentina (ARDA).
En la jornada nacional “Hacia una cultura Preventiva. Adicciones: una realidad que nos duele”, organizada por la Universidad Católica Argentina (UCA), el doctor en psicología y especialista en adicciones, Juan Alberto Yaria, dijo que “mientras la prevención espera, porque es aquello que reduce la prevalencia, se están desplegando como cultura y negocio las ideologías fundantes de la negación de daño. Mientras se pronuncia o se proclama, se propagandea la negación de los daños, por eso definimos a la adicción como una patología de la libertad, ya que es garantía de la posibilidad de optar. Mientras haya más dominados, más gente habrá dominada, por eso es conveniente que haya muchos adictos”.
“Se ha instalado el sinónimo de reducción de daños como si fuera sinónimo de no daño. Ninguno de nosotros estaría en contra si el derecho fundamental de la salud no fuera quedado dejado de lado. Son 30 años de un sistema de desplazamiento mediante un decir, y de un doble mensaje donde el hacer va de un lado para el otro”, dijo el doctor en psiquiatría y especialista en adicciones, Gustavo de Vega.
Pero, ¿hay políticas de prevención? La subsecretaria de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el Ámbito de la Salud de la Provincia, Julieta Calmels, comentó que la temática se aborda con talleres en escuelas, sobre todo a partir del tercer año de la secundaria, y a través de “equipos territoriales ambulatorios en distintos barrios”, para entrar en “procesos de atención, acompañar en la escuela y articular con organismos de protección de derechos”.
“Las charlas son obsoletas”, dispara el director de Adicciones de La Plata, José María Nieto, antes de explicar que desde ese ámbito organizan “un mínimo de 4 encuentros por división” en escuelas que hayan detectado consumos en determinados grupos, propuesta que concluye con “un programa preventivo realizado por los propios chicos para cada colegio”. En simultáneo, se coordina que una persona del cuerpo docente acuda a la dirección a capacitarse, “si es auxiliar docente, mejor”, dice Nieto, porque son quienes “tienen más contacto con los chicos y sus familias”.
Expertos en la materia observan un fuerte alineamiento entre las edades de inicio en el consumo de drogas, prácticas delictivas y abandono escolar, estimando que lo primero ocurre más tempranamente que lo demás y evidencia el papel fundamental de la escuela como lugar de prevención.
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