Agustín Rossi, con otro penal atajado, sostuvo el empate de Boca en San Pablo

Le faltó tener una mejor definición al equipo de Battaglia para quedarse con todo en su cruce frente a Corinthians

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Con un buen empate 0-0, que pudo haber desembocado en un triunfo, de haber tenido una mejor capacidad para definir las jugadas de ataque, Boca comenzó a transitar el camino que, sueña, le permita ganar la séptima Copa Libertadores, lo cual se ha convertido, tras 15 años de sequía, en una obtención.

Lo hizo en San Pablo, como visitante de Corinthians, en el comienzo de la serie por octavos de final que se definirá el martes de la semana que viene en la Bombonera. El ganador, en cuartos, deberá eliminarse con el que se adjudique la llave Flamengo-Deportes Tolima.

Se plantó el equipo de Sebastián Battaglia ni bien la pelota comenzó a rodar, significando esto que no se resignó en ningunos de los planos del juego, y aunque mejor predispuesto para la salida rápida encontró el modo de controlar a los encargados de organizar el juego de los locales. En ese marco, antes de cumplirse el primer cuarto de hora, una escapada de Zeballos puso en ación a Benedetto, que conectó de cabeza, aunque a las manos del arquero, y a la vuelta el que falló fue Giuliano.

El trámite continuó siendo equilibrado, y lejos de los arcos, hasta que antes de completarse el primer tiempo hubo dos emociones fuertes, al borde del gol. La primera, a causa de un penal cobrado por el chileno Roberto Tobar, que Rossi dejó en la nada al tapar el remate de Róger Guedes, a su derecha; la segunda, al término de una corrida de Villa, que buscó a Benedetto, quien conectó de zurda, encontrándose con la reacción de Cássio, el arquero que sacó por arriba.

Respecto del penal, fue por un manotazo de Rojo a Gustavo Mantuan, que el juez central no tuvo necesidad en confirmar a través del VAR, implementado por la Conmebol a partir de la presente instancia, y que en este partido estuvo a cargo del venezolano Juan Soto y del paraguayo Eduardo Cardozo.

La etapa complementaria empezó a todo ritmo, con Rojo tapando la apertura de Corinthians, tras un desborde de Willian, y Cássio sacando, en un ángulo, un impecable tiro libre de Óscar Romero, el paraguayo que a la salida del córner volvió a disponer de una situación de alto riesgo. Más rápido el partido, con jugadas de gol para uno y el otro.

Pero a medida que pasaron los minutos, las faltas se multiplicaron, igual los reclamos, y aunque la apertura siempre estuvo latente, el juego se hizo más cortado, aunque al alcance de Boca, quien dejó pasar la chance de ponerse en ventaja en jugadas finalizadas por Benedetto y Villa.

 

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