Inflación récord y pelea por el Banco Central, en medio de la tensión interna del Gobierno
| 12 de Agosto de 2022 | 12:35

La inflación sin freno y la situación económica en general que no arroja buenas noticias son dos factores que crispan los ánimos el oficialismo. Lejos de haber calmado las aguas puertas adentro del Frente de Todos, la llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía potenció viejos resquemores, evidenció debilidades y mantiene sobre la mesa una lucha interna que lleva meses.
Los dichos de Elisa Carrió fueron como una bomba hacia el interior de Juntos por el Cambio, con una catarata de dirigentes saliendo a responderle a la líder de la Coalición Cívica pero con Mauricio Macri en silencio, lo cual para muchos fue una especie de aval. Pero la polémica desatada en el interior de la principal coalición de la oposición le sirvió al Gobierno para que por unos días no se hable tanto de la inflación. Apenas se conoció ayer que el índice de julio fue del 7,4% se posicionó al tope de los temas con el envión propio de haber sido la mayor marca en 20 años.
Unas horas antes que se hiciera pública la medición del INDEC, el Banco Central autorizó otro fuerte aumento de las tasas de interés, pasando del 61% al 69,5%. La jugada de Miguel Pesce podría ser, para algunos, una de sus últimas como presidente la autoridad monetaria. Ocurre que Cristina Kirchner, junto a Axel Kicillof, renovó sus embates contra el titular del Banco Central, cuya cabeza viene pidiendo desde antes que se fuera Martín Guzmán. Le atribuyen haber "dilapidado" las reservas, como si en rigor la vicepresidenta, responsable máxima del Frente de Todos, no tuviera algo que ver.
Y Massa también lo quiere afuera, sólo que no quiere nuevos encontronazos con Alberto Fernández, el único que lo sostiene, a pesar de haberle anotado dos en su contra, entre ellas el no haber sabido explicar correctamente, a su entender, la salida de reservas.
Massa, de buena relación con el FMI y mucha llegada a la Casa Blanca, es considerado en el exterior como el único con caudal político como para ejecutar el ajuste que muchos aconsejan para tratar que el desequilibrio económico no se agudice aún más. Por eso el líder del Frente Renovador estaría dispuesto a esperar hasta el 23 de septiembre, fecha en la que se cumpliría el mandato legal de Pesce en el Banco Central. Y como todo indica, nadie movería ninguna pieza para sostenerlo.
De todos modos, a empresarios y cuanta persona se lo pregunte, deriva las consultas con Lisandro Cleri, uno de los vicepresidentes del Banco Central. Incluso Cleri y Eduardo Setti, ambos del equipo económico de Massa, no se ahorran críticas contra Pesce cada vez que pueden hacerlo.
Mientras tanto, la relación entre Alberto y Cristina continúa de la misma manera que antes del forzado acercamiento que tuvieras hace algunas semanas. Pases de factura y recelo mutuo son apenas dos rasgos que caracterizan el vínculo. Aunque si hay algo en lo que coinciden es la desconfianza hacia el referente del Frente Renovador. Cristina no quería que Massa llegar al Gabinete y hasta frenó su desembarco cuando Guzmán decidió dar un portazo. Sin embargo, la cercanía del abismo económico hizo que tuviera que cambiar ese pensamiento. Y a sus más estrechos colaboradores, algunos que ya no están, Alberto dijo que abrirle la puerta a Massa era sinónimo de que intentara quedarse con todo. Algunas horas después lo confirmaba como nuevo ministro de Economía.
Incluso, algún ministro ya optó por realizar algún planteo sobre su área no al Presidente sino a Massa. "Prefiero hablar con Sergio", reconoció, sabiendo que si se lo traslada al titular del Palacio de Hacienda puede que le diga que no, pero seguramente le quedará dando vueltas, mientras que si se lo realiza al jefe de Estado el "no" queda ahí.
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