“Dios me sacó un oído”

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Un día de septiembre de 2014, meses antes de jubilarse, María Inés se dio cuenta de que no escuchaba nada del oído derecho. Supuso que era un tapón de cera, pero dos otorrinolaringólogos le diagnosticaron “hipoacusia súbita” y le ordenaron una resonancia magnética que terminó detectándole un tumor, por el que la operaron el 19 de diciembre, cuando terminó el cuatrimestre: “No perdí ni una clase y me jubilé”, cuenta. Tras la cirugía, que salió bien, los médicos le confirmaron que el tumor no tenía nada que ver con la hipoacusia: “Dios me sacó un oído para avisarme lo que tenía. ¿Si no cómo me enteraba?”, deduce la licenciada en Matemática, para quien su fe en Dios no se mezcla con la lógica, deducción y exactitud de su materia. Imposible no recordar a Sócrates y su certeza de que el alma es la sede de todas las virtudes, y éstas son formas de conocimiento.

 

María Inés Baragatti

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