Duelo de opuestos: juventud vs. experiencia
Edición Impresa | 18 de Marzo de 2023 | 06:11

Martín Mendinueta
@firmamendinueta
Lejos de sentirse devaluado, o menos seductor que en otras oportunidades, esta edición del clásico platense convoca a todos los futboleros de la ciudad y permite que el morbo de cualquier extremo resultadista se sume a la previa.
Un anfitrión que vive bastante preocupado y metido de cabeza en la travesía competitiva de llegar “a la otra orilla” sano y salvo, recibirá a un huésped todavía sorprendido por lo mal que se lo observó en la recta inicial del campeonato. Deseaba estar arriba y no paraba de caer. A tal punto fue así que no tardó ni un segundo de más en cortar el ciclo del DT que se fue sin poder dejar, al menos, un par de sensaciones agradables para los hinchas.
Gimnasia, el que viene de perder feo ante San Lorenzo y ha elevado considerablemente su nivel de estrés, es el mismo que ya soltó algunos indicios optimistas, sobre todo ante Instituto, demostrando que no es un equipo a la deriva. Está lleno de pibes y le han quedado algunos hombres experimentados que parecen estar unidos por el espíritu solidario que suelen demandar las coyunturas extremas. Soportando el peso de una gran distancia entre goles convertidos y los que le marcaron, la preocupación ha ido en aumento.
El Lobo no está bien, flota en la parte de la tabla donde nadie quiere verse, pero el grueso de su gente ve en Sebastián Romero a un conductor tan novato como fiel a los colores; y consustanciado con las pesadas necesidades de la institución. Más allá de coincidencias y discrepancias con las fuertes decisiones que ha tomado la comisión que encabeza Mariano Cowen, el pueblo tripero se encolumnó detrás del entrenador por la sencilla razón de considerarlo un par. Juegue bien, regular o mal, al equipo lo conduce un hombre que no ha tenido manchas en su relación con el club. El tema es que, más allá de su genuina idolatría, a Chirola también le caben las generales de la selvática ley futbolera. Necesita volver a sumar puntos lo antes posible.
ESTUDIANTES TUVO REFLEJOS PARA CORREGIR RÁPIDO SU EQUIVOCACIÓN
Después de una apuesta muy riesgosa que le salió mal, los dirigentes albirrojos tuvieron la perspicacia de cortar el proceso en el momento indicado. Ni temprano ni tarde. Justo cuando la opinión pública se volvió unánime en el hartazgo por lo que veían en el campo, le comunicaron a Abel Balbo que su película había terminado.
Todavía nuevo en la exigente y ajetreada cotidianeidad Pincha, Eduardo Domínguez tiene perfectamente claro que no quiere ser quien salga en la crónica donde se narre el final de una racha histórica que lleva trece años sin tristezas para el León.
Tenía permitido decepcionar y hasta perder en el debut donde terminó ganando, pero mañana la prueba será distinta a a todo. El yerno de Carlos Bianchi sabe que saliendo sin heridas del Bosque tendrá un aval enorme para desarrollar las ideas que seguramente les presentó a los dirigentes cuando, apurados, fueron a buscarlo.
Intensidad, la gran apuesta del joven dueño de casa
Seguramente mimado hasta en los detalles mínimos por sus fieles, buscará el triunfo apoyado en la energía de los pibes. Gimnasia le dará fuerza y acción sin freno a los planes que ha pergeñado en Abasto. No le servirá la fricción que le ponga pausa a una pulseada donde los nervios también tendrán un rol importante. Morales, Miramón y Tarragona conforman la columna vertebral de una formación que no podrá permitirse jugar sin rebeldía.
Este no es el plantel que tuvo a su cargo Gorosito. Exigirle que sea quien corte la racha adversa sería injusto.
dosificar la intensidad y hacer valer la experiencia
Sin sentir el peso de tener que ganar como única opción valedera, deberá ser inteligente para frenar el ímpetu natural que mostrará desde el primer minuto el juvenil anfitrión. Para lograrlo, necesitará elevar la eficacia en su manera de defender. En esa faceta crucial no ha sido sólido ni confiable.
Los partidos que acumulan sus hombres emblemáticos constituyen un capital como para no desaprovechar. En tiempos donde el regreso de José Sosa se ha transformado en eje de un debate interesante (ponerlo o no de titular es la cuestión que divide opiniones), la personalidad y el oficio de Fernando Zuqui se mete en el análisis sin pedir permiso. ¿Pueden jugar juntos? Son diferentes y quizás les toque tramos distintos a cada uno.
El duelo de opuestos está a punto de empezar. Jugar a no perder puede ser una opción tan rentable como peligrosa. El partido que altera el ritmo dominical entregará una oleada de matices. Ambos sienten que el empate los seduce.
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