La reivindicación de Estudiantes fue notable gracias a la contundencia

El optimismo entró otra vez en escena porque no dejó dudas. Se impuso en cada faceta y despedazó a un escuálido rival

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Martín Mendinueta

@firmamendinueta

No había que ser un eximio conocedor de la idiosincrasia Pincha para olfatear la pesada necesidad de mejorar que cargaba sobre los hombros el equipo de Eduardo Domínguez.

Lo que hizo en el clásico, por malo y falto de fibra en el innegociable casillero del carácter, le había generado una fuerte deuda por saldar.

Y la pagó con el brutal efectivo de los goles. Tres alaridos, superioridad abrumadora y el incomparable regocijo de sentir que la reivindicación ocurrió bañada por el brillo de la felicidad de su gente.

En la previa, los hinchas albirrojos fueron claros. Lo que observaron por televisión con domicilio en el Bosque los había dejado tan enojados como decepcionados.

Por eso, el último viernes llegaron a UNO con postura poco simpática de inconfundible exigencia. Querían un cambio grande, una mejora sustancial y, también, regresar al camino triunfal.

Newell’s, el mismo que llegaba orgulloso por haber vencido a San Lorenzo, jugó a pedir del Pincha. Fue un desastre y eso ayudó para que el León notificara a sus fieles muy temprano que iba a construir un desahogo perfecto.

LEONARDO GODOY FUE UN ARMA LETAL Y BENEDETTI, UNA GRATÍSIMA APARICIÓN

Estudiantes se desplegó en el campo aprovechando el repunte de Rollheiser y algunas pinceladas auspiciosas de José Sosa para alimentar a Mauro Boselli con la clase de situaciones donde no suele fallar.

Esta vez, el goleador desperdició un par donde se le había hecho agua la boca, aunque se dio el gusta de facturar en el rebote del penal atajado como dejar la casa en orden.

Leonardo Godoy guardará su producción personal entre las más destacadas desde que está en el Pincha. Sus proyecciones, criteriosas y punzantes, por la banda derecha de dieron jerarquía de delantero extra. El hermoso gol que convirtió el triunfo en goleada resultó una definición lujosa. La soltura que tuvo para elevar la pelota ante el achique de Hoyos otorgó un destello de alta calidad.

Por su parte, el joven Gastón Benedetti se llevó imágenes dulces que jamás olvidará. La gente quería que le fuera bien y él cumplió sacando un aprobado irreprochable. El aplauso que sus oídos guardaron en un cofre especial lo hizo retirarse con todos los honores que otorga el tribunal popular.

LA PRÓXIMA PRUEBA SERÁ EN LA COPA Y DEBERÁ MOSTRAR MANEJO DE LA SITUACIÓN

Si bien cumplió ante la Lepra con todos los requisitos que le reclamaban sus fieles seguidores, Estudiantes tiene que acentuar los rasgos positivos que asomaron el pasado viernes. Más juego preciso de Sosa y mayor injerencia de Rollheiser en el tejido de toda la propuesta creativa para acercarse al gol serán elementos indispensables. Si ellos crecen, también lo hará este León de andar irregular que desea estabilizar su juego en un peldaño acorde a sus pretensiones. La corrección de Núñez y de Benedetti oxigenaron una situación de chatura que era difícil de justificar.

La gente quiere compromiso del ciento por ciento y los pibes garantizan entrega total en un marco de rendimiento esperanzador.

El inicio del camino internacional mantiene expectante a una hinchada que sufrió golpes duros en el tramo inicial de la temporada competitiva. Estudiantes gastó buena parte de su crédito global en una primera recta vacía de sustento futbolístico. Ahora, tiene que recuperar el terreno perdido. No es imposible.

Fortalecimiento defensivo basado en el orden y en la reitiración de apellidos eficaces; mayor balance en el mediocampo y seguir puliendo la receta de ataque lo llevarán a un escenario infinitamente más seductor.

El juvenil Gastón Benedetti se llevó imágenes dulces que jamás olvidará

Leonardo Godoy guardará su producción personal entre las más destacadas

 

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