VIDEO. Estudiantes, con fútbol y goles, pasó de ronda y vuelve a soñar en la Sudamericana

El Pincha barrió de la cancha a su rival y no dejó ninguna duda. Justo premio para un equipo que merecía estar entre los mejores 16

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Martín Cabrera

mcabrera@eldia.com

Estudiantes de La Plata está en octavos de final de la Copa Sudamericana y es justo. Lo es porque hizo una primera fase casi perfecta y aun así no había conseguido el boleto. Y lo es porque anoche pasó por arriba a Barcelona de Guayaquil en La Plata, al que goleó 4-0 sin discusión recuperando buena parte de los atributos que había tenido hasta hace unas fechas atrás.

De esta manera está entre los mejores 16 equipos de la competencia y logró alcanzar el primero de los objetivos planteados a comienzos del año y que el bajón por la cantidad de partidos jugados de manera ininterrumpida lo había puesto un poco en duda. Pero anoche se hizo justicia y todavía le quedan sellos en el pasaporte para seguir recorriendo. Al menos hasta Goiania deberá ir el mes próximo.

El equipo de Eduardo Domínguez volvió a tener esa solidez y voracidad ofensiva que había perdido. Otra vez manejó el partido de principio a fin y dejó más chico futbolísticamente a un rival que en su cancha había sacado provecho del clima y poco más. Pero en este tipo de competencias a veces no se da la lógica.

El primer tiempo fue a pedir de Estudiantes, que jugó mejor que su rival y además logró sacar la diferencia necesaria como para empezar a sentirse en la siguiente ronda. No fue una maravilla, porque en defensa cometió algunas desatenciones, pero no dejó ninguna duda que era más y mejor que Barcelona, desde la entrega, velocidad e idea de juego.

 

 

 

No pudo ser mejor el comienzo. A los 5 minutos, en el primer remate al arco el Pincha encontró el gol, el que irremediablemente iba a aflojar tensiones. Llegó un centro desde la izquierda de Rollheiser que desnudó los problemas del equipo ecuatoriano a la hora de despejar vía aérea. Un rebote le quedó servida a Mauro Méndez, que con un fuerte y preciso remate dejó sin chances a Javier Burrai, para la primera explosión de los hinchas en la fría noche platense. El uruguayo, que ya venía de marcar el sábado en el Monumental volvió a marcar para recuperar la confianza perdida en los últimos meses.

El gol no aflojó al equipo que siguió parado en ofensiva, al punto de que una pérdida perdió una rápida transición visitante y el Polaco Fydriszewski quedaba mano a mano contra Mariano Andújar, hasta que llegó el cruce salvador de Santiago Núñez para alejar a los fríos fantasmas.

Estudiantes siguió manejando la pelota, con Rollheiser volcado a la derecha y Franco Zapiola a la izquierda. Por momentos fue un claro 4-4-2 que buscó ser paciente y preciso en los pases.

A los 18 minutos llegó el segundo, otra vez de la mano de Méndez, que de cabeza mandó la pelota la poste derecho del arquero, tras un centro ideal de Leo Godoy. El uruguayo, a esa altura, era Dios en La Plata y el dinero invertido en él empezaba a tener sentido. Un gol de delantero para que la tensión fuera disminuyendo.

Pudo aumentar Zapiola con un remate desde afuera del área y el mismo uruguayo quedó en posición de gol tras una habilitación de Guido Carrillo, que ganó y giró entre dos marcadores. Era mejor Estudiantes y el rival mostraba las mismas falencias defensivas que había evidenciado en Guayaquil.

Hasta que llegó le tercero. Fue a los 37 minutos y con una contra que definió Benjamín Rollheiser. El exRiver desbordó por la derecha tras pase de Zapiola, frenó, dio el paso adelante y cuando vio al arquero clavó el balón de zusrda en el mismo palo donde habían entrado las demás pelotas. Así el 3-0 que soñaban los más optimistas antes de ir para la cancha.

Barcelona intentó reaccionar. Mostró buen manejo de pelota pero poco más. Apenas con pelota parada pudo llevar algo de peligro y con algunas faltas que le otorgó el árbitro brasileño Sampaio, a quien el frío no le hizo nada bien claramente.

El Pincha tuvo entrega y energía para jugar el partido. Aun con ausencias y con cierta falta de confianza por los últimos resultados, se pareció en esos 45 minutos al buen equipo de gran parte del ciclo Domínguez. Pulgar arriba y un entretiempo que defendió con la valla en cero con uñas y dientes en los últimos tiros de esquina.

Pero si algo necesitaba Estudiantes para empezar a cerrar el partido o bien ponerle el candado definitivo era el cuarto gol en el inicio del segundo tiempo. Lo hizo su jugador más sacrificado, Guido Carrillo, que había recuperado la pelota y cedido para Méndez quien desde la izquierda se la devolvió con un centro atrás que el goleador de MAgdalena empujó al fondo de la red. Toda suya y un premio a tanta entrega.

Lo que siguió fue un monólogo albirrojo, El partido se fue muriendo a partir de los 15 minutos. El visitante entendió que no había manera de torcer la historis y Estudiantes que no valía la pena arriesgar el físico por un triunfo que estaba asegurado, con la clasificación de ronda incluida.

Entonces los cambios de Domínguez. El regreso de Deian Verón y el debut del pibe Martiniano Moreno, que ante River había jugado sus primeros minutos, Semana soñada para el goleador de la Reserva.

Estudiantes volvió a ser el Estudiantes de tiempo atrás y por eso se regaló uina goleada para cerrar el semestre con objetivos cumplidos y el sueño de que tal vcez sea este año el de la luz verde en esta Copa.

Dos goles de Méndez en 18 minutos liquidaron la resistencia de Barcelona (E)

 

 

VIDEO. DESDE 1 Y 57, EL ANÁLISIS DE MARTIN CABRERA

 

Estudiantes vs Barcelona de Ecuador

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