Gimnasia decepcionó en el debut y mira la tabla de abajo
Edición Impresa | 20 de Agosto de 2023 | 03:51

Por FACUNDO ACHÉ
Superado de principio a fin, con los errores de siempre, casi sin ideas para atacar y con un nerviosismo creciente, la derrota ante Talleres puede ser el toque de atención necesario para reaccionar o el inicio de un tobogán que no se sabe donde puede terminar.
Fue el octavo partido sin victorias para el Lobo en los torneos locales. Así, se le fue consumiendo el crédito que supo ganar -sin sobrarle nada- en algún momento de la temporada y hoy se encuentra cada vez más cerca de la zona caliente del descenso por tabla de posiciones.
Gimnasia mostró las mismas características del campeonato pasado, más allá de las salidas de varios titulares (Miramón, Melluso, Lescano) y la presencia del Pata Castro como única cara nueva. Así, exhibió las mismas virtudes de siempre vinculadas a la intensidad y algunos de los mismos defectos, como la falta de ayudas para Nicolás Sánchez que permitía las transiciones rápidas de Talleres que terminaron liquidando el partido sin atenuantes.
Fue el Lobo el que tuvo la primera llegada clara, con una buena pelota de Nico Sánchez para Benjamín Domínguez que no pudo pegarle bien y quedó a mitad de camino entre el remate y el pase al medio. La T respondió apenas con una pelota profunda en la que Durso no atinó a salir y Ángulo casi factura. El árbitro Sebastián Zunino no compró la caída del colombiano sin contacto alguno.
Y en una de esas salidas rápidas de la visita, se fue Ramón Sosa por la izquierda y descargó hacia el centro para Nahuel Bustos quien solito no tuvo obstáculos para poner el balón contra el caño derecha del arco tripero para el 1 a 0.
Con el resultado adverso, Gimnasia pasó por momentos de confusión, especialmente a partir del abuso de pelotazos sin destino. El equipo se mostró nervioso, sin poder hacerse cargo del partido y dándole al rival la posibilidad de recostarse en su campo y aprovechar los espacios para el contragolpe, una especialidad del equipo de Gandolfi.
Tarragona tuvo el empate, tras una pelota que le bajó de cabeza Soldano. Pero el 25 no tuvo recorrido para su disparo y la pelota fue fácil para Guido Herrera. Fue una excepción, ya que Talleres manejó mejor la pelota y siempre mostró mejores opciones de pase más allá de no terminar bien las jugadas.
El final del primer tiempo mostró inseguridades tremendas en defensa que generaron murmullos ante una seguidilla de acciones en las que ni Durso fue dueño del arco ni sus compañeros tuvieron decisión para rechazar la pelota. Y en ese contexto terminó el primer tiempo, con mucho nerviosismo en el Bosque.
En el complemento Gimnasia salió con la idea de poner el juego en campo contrario. Con otra intensidad en la marca, con más presencia en ataque, el local mejoró algo la imagen del primer tiempo y a la vez la visita se refugió aún más en su campo. Una buena pelota de Lucas Castro dejó a Benjamín Domiínguez mano a mano con el arquero, pero la definición fue al cuerpo de Herrera.
Fue la última (y casi la única) del flojísimo regreso de Lucas Castro. Antonio Napolitano entró en su lugar y Franco Torres ingresó por Soldano. El Lobo dependió mucho de arrebatos individuales, mientras como contrapartida Talleres siempre se mostró mucho más asociado en el juego y picante en ataque.
Pablo De Blasis entró por Nicolás Sánchez en su vuelta al club tras 11 años. Las otras dos variantes fueron en los laterales, con las entradas de Enrique y Colazo. En un partido adverso, llamó la atención que las últimas variantes fueran laterales y que tanto Castillo como Mammini quedasen sentados en el banco. Los avances de Gimnasia no pasaron del status del merodeo. Sin ideas, casi no tuvo chances concretas de gol.
Talleres no perdonó cuando tuvo sus chances. Primero, el VAR llamó a Zunino y hubo penal para la visita por mano de Morales, con el agravante de la segunda amarilla para el Yacaré que derivó en su expulsión. Una baja sensible para un partido clave del viernes ante Colón, con el agravante de que desde el banco de relevos vio también la roja su reemplazo natural, Bruno Palazzo, quien tampoco estará en Santa Fe.
El paraguayo Ramón Sosa cambió el penal por gol y el 2 a 0 liquidó definitivamente el pleito. Quedaba tiempo para que el propio Sosa se aprovechara de las falencias y el desánimo de Gimnasia para poner con un buen remate el 3 a 0 definitivo.
Más allá de la buena actuación de Talleres, la actuación del equipo de Sebastián Romero fue preocupante. Necesitaba ganar por los puntos y por el impacto anímico que podía significar un debut triunfante. El resultado es un mazazo para el hincha tripero que por primera vez despidió al equipo con silbidos. Y es un toque de atención para el entrenador que cree en sus jugadores hasta entrar en el plano de la fe y querer arreglarse con lo que tiene...y también para la dirigencia que deberá apostar económicamente en el mercado de pases para que las buenas ventas que significaron un balance favorable en los números no venga de la mano en un dolor de cabeza, con Gimnasia metido de lleno en la pelea por no descender. Todavía tiene tiempo para cambiar.
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